Doña Vainilla: aroma en manos de mujer

Creado: Dom, 01/09/2013 - 23:40
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Doña Vainilla: aroma en manos de mujer

La Vainilla constituye uno de los productos naturales de amplio consumo a nivel mundial, con propiedades beneficiosas para la salud y como ingrediente indispensable en deliciosas recetas de dulces, un producto verdaderamente Gourmet, que comenzara a cautivar a la industria de los servicios gastronómicos y de restauración, a partir de la tradición de nuestras amas de casa como hacedoras hogareñas de verdaderas delicatessen.

Conocida científicamente como «vainilla planifolia » es una planta originaria de México, que sabia y anticipadamente la cultura azteca empleó para aromatizar el chocolate.

Después de la llegada de los españoles a América fue llevada a la metrópoli junto con el chocolate y de esa manera, las cocineras domésticas y los pasteleros ibéricos comenzaron a emplear la vainilla en helados, dulces, cremas o natillas.

En la actualidad los principales productores del saborizante son Madagascar, islas Comores y de la Reunión, seguidos de México, Indonesia, Polinesia y las Antillas. La Vainilla como tal aparece en vainas de una planta lianosa de tallos trepadores. E

sas vainas están repletas de semillas y como tal pertenecen a la familia de las Orquídeas. Para su crecimiento requieren de climas tropicales y húmedos.

Para conseguir el producto final es necesario tomar las vainas cuando aun están verdes y pasarlas a fermentar.

Después se exponen al sol durante dos días y luego se conservan en unos baúles por siete meses, en un espacio ventilado.

Con este procedimiento se logra regular el sabor y tener un aroma típico, además de su color original marrón.

Existen varios tipos, a razón de unas 100 especies de orquídeas del género vainilla, aunque realmente son cuatro las que se cultivan, como es el caso de la Pompona o vanillón en las Antillas; Fragans o plaifolia en México e Indonesia, y Bourbon de la Isla Reunión.

Precisamente, la última mencionada lleva el nombre de Bourbon por ser este el antiguo bautizo de ese lugar. Esta especie también se cultiva en Madagascar y Comores, y constituye el mejor de todos los tipos.

Por demás, se cosecha la «Tahitensis», cuyo origen está en Tahití, como su nombre lo indica, y contiene un sabor peculiar a anís y a pimienta, que la singulariza del resto y la hace muy apreciada. Son reconocidas sus virtudes medicinales a partir de su cualidad de estimulante aromático, digestivo, aperitivo y tónico cardíaco, e incluso se le atribuyen efectos en el tratamiento de la impotencia.

También se les conceden propiedades como endulzante, antidepresiva y calmante, con indicaciones para combatir la ansiedad, la depresión y el estrés.

Se dice de prácticas en Latinoamérica que ante el llanto persistente de un bebé recién nacido se combinan goticas de anís y vainilla, aunque no falten detractores desde la medicina para tales remedios caseros.

Pero incluso, su alcance, conforme a cómo cada cultura jerarquiza ese intenso olor de la vainilla, ha permitido que los asiáticos la hayan llevado a la industria cosmética y a los rituales asociados a la sensorialidad en velas y varillas de inciensos; en tanto los occidentales la han comenzado a emplear con éxito como aroma en los productos de limpieza para el hogar.

Lo cierto es que no hay paladar por estos días que pueda resistirse a los deliciosos dulces que se elaboran a partir de la vainilla: helados, natillas, flanes, tartas, cremas, ponches, entre los genéricos más universales, en tanto postres mas locales como el Arrollado de dulce de leche con chocolate de la cocina argentina, el bizcocho relleno de nata, o el muy célebre mazapán, estilizan a Doña Vainilla en el estricto catálogo de los productos gourmet. Por: Tino Manuel

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