Cuba. En una primera etapa que se extenderá hasta agosto, el Grand Prix Nacional Havana Club abrió en mayo pasado su competencia anual, con pequeños torneos en hoteles y centros turísticos y dirigido especialmente a aumentar la calidad de la atención al turista en un país donde, según los expertos, existen más de 300 fórmulas de cócteles.
El evento se celebra con el apoyo financiero de la firma Havana Club Internacional, una compañía mixta entre la empresa Cuba Ron S.A. y el grupo francés Pernod Ricard, que comercializa su producto en más de 120 países y ocupa el lugar 25 entre los de más ventas en el mundo.
En Cuba, la industria ronera está muy vinculada al turismo, que es el segundo renglón económico en cuanto a ingresos de divisas y generó en 2008 unos 2.360 millones de dólares, con 2,3 millones de visitantes. Sin embargo, en los primeros tres meses de 2009 los ingresos del sector cayeron en 14%, pese a un aumento del 1.9 % en el número de turistas.
Enrique Noste, director de marketing de la empresa cubano-francesa Havana Club Internacional, dijo a la prensa local que el Grand Prix, creado en 1994 y que se celebra cada dos años, "colabora a elevar la profesionalidad de la cantina cubana, que goza desde hace muchos años de prestigio y fama internacional"
Noste precisó que la empresa "no es de las más golpeadas por las actuales contracciones de las ventas internacionales", aunque agregó que "estamos trabajando muy fuerte para que no haya caídas de las facturaciones, al menos por debajo de los niveles alcanzados al cierre de 2008".
Los cantineros en el Grand Prix usan costosos rones oscuros y blancos con los cuales buscan ganar la Gran Fiesta Nacional, en la segunda mitad de noviembre próximo, y de paso satisfacer más a los turistas.
El Daiquirí, un cóctel que se sirve en copa ancha con hielo triturado y una mezcla de ron blanco de alta calidad con azúcar y limón, es el "Rey de los cócteles cubanos", según especialistas, que afirman que existen en esta isla caribeña más de 300 recetas de cócteles.
Sin embargo, el equipo del bar Floridita de La Habana, cuyo cliente más importante fue alguna vez el escritor norteamericano Ernest Hemingway, dice tener unas 450 fórmulas.
Entre éstas están las del Saoco, Mulata y el Mary Pickford, en honor de una actriz estadounidense de los años 20 y 30 del siglo pasado.
