Aprovechando todos los recursos que le brinda la rama de la botánica y la química, históricamente el hombre ha fabricado infinidad de cremas y licores. Muchos años antes de ser patentados para su venta al público como bebidas, ya se conocían como remedios medicinales e incluso por sus propiedades afrodisíacas.
Ideales para el amor, por su sabor delicado y sus tonos casi siempre dulces, los licores pueden llegar con tonos de avellana salvaje, recuerdos a hierbas y frutos del bosque; mientras que las cremas nos sorprenden con notas a leche fresca, combinada con miel y el más meloso espirituoso.
No pocas personas suelen confundir estas bebidas, que pueden consumirse de forma natural, fríos, calientes, frapé, sobre las rocas o como un ingrediente más en la coctelería. A continuación ofrecemos una serie de características que las tipifican y que pueden servir para identificarlas.
Cremas:
- El volumen de alcohol casi nunca excede los 35 grados.
- La principal materia prima que se emplea para su obtención son las frutas, y el nombre de ella es también el de la bebida. Existen algunos casos en que se extrae de plantas o de sus partes.
- La mayoría se identifican por medio de la etiqueta, donde se señala la fruta o planta de la que se produjo. Si no aparecen dichos nombres significa que tienen otro origen, como es el caso de la crema de ginebra, de cognac, de vie, el Parfait d´Amour, entre otras.
- Para obtener cremas de las frutas se añade brandy o aguardiente en un barril y se macera la fruta por un espacio de 6 u 8 meses. Se filtra el líquido resultante, pasándolo a un segundo barril, y se añeja durante un año antes de embotellarlo. Si se le quiere transmitir un ligero amargor a la bebida, se macera la fruta con sus semillas. Las cremas que se obtienen de plantas o de parte de ellas se logran por medio de la destilación. Al igual que con las frutas, se macera la materia prima en brandy o aguardiente, pero permanece en ese estado por espacio de 48 horas o menos. El líquido resultante se pasa al alambique para su destilación y de esta manera la bebida recibe su sabor característico.
- En algunos casos el color del líquido resultante se obtiene de las frutas. Cuando se producen a partir de plantas, el color se pierde en el proceso de destilación. De ahí que sea necesario colorearlas artificialmente.
- En todos los casos a las cremas se les balancea el dulzor, agregándole sirope natural (40-60% de azúcar del volumen total). El contenido en azúcar mínimo de 250 g/L.
- Su consistencia es más láctea.
Licores:
- Su contenido alcohólico está comprendido entre 15% y 55% del volumen total, aunque por lo regular sobrepasa los 40 grados.
- Se obtienen de la maceración de una selección de plantas en buenos aguardientes, las cuales permanecen en dicho líquido nunca más de 48 horas. Luego el producto se somete a un proceso de destilación. A veces también se elaboran a partir de una fruta, o con la mezcla de frutas y/o hierbas.
- Durante la producción las plantas le proporcionan todo el aroma y sabor.
- Como los líquidos filtrados pierden su color natural, volviéndose “blancos” (incoloros), en la mayoría de los casos se colorean artificialmente.
- Contenido en azúcar mínimo de 100 g/L. Pueden ser Extra secos (hasta 12% de endulzantes), Secos (20-25% de alcohol y 12-20% de azúcar), Dulces (25-30% de alcohol y 22-30% de azúcar) y Finos (30-35% de alcohol y 40-60% de azúcar).
- Gozan de más crédito entre los gastrónomos y bartenders, principalmente porque se adoptan como digestivos debido a su graduación alcohólica superior.