Dicen los Maestros del Ron Cubano que hay secretos que nunca deben ser revelados. Una sabiduría que se intuye en el Museo del Ron Havana Club.
Cuentan los cronistas que la casona colonial que hoy acoge hitos de la historia del ron cubano perteneció a un rico comerciante de mieles de caña. Así quedó sellado el destino de la amplia construcción ubicada justo en el inicio del Paseo de Paula, a unos pasos de la Plaza de San Francisco de Asís y la Lonja del Comercio. Una parada que eligen desde hace 18 años, visitantes de todas las latitudes.
Tras el zaguán, típico de la arquitectura del siglo XVIII, el Museo del Ron Havana Club ofrece una perspectiva más fresca y silenciosa de la ciudad. Para los amantes de la exclusividad, en el patio interior un pequeño trapiche muele la caña cuyo néctar constituye uno de los componentes del Guarabana, cóctel único que sólo se elabora por las barras del lugar.
Así se inicia un recorrido que traslada al visitante hacia los inicios del arte de las bebidas espirituosas. Los especialistas del Museo dominan cinco idiomas y cuentan con una preparación ofrecida por los Maestros del Ron Cubano. Esta experticia añade a la muestra material del Museo, el valor del conocimiento ancestral acumulado en la Isla.
Antes de pasar por el proceso de destilación y las naves de añejamiento donde el recorrido se acerca a esos secretos guardados con celo durante siglos, se encuentra una réplica del Central “La Esperanza”, una maqueta que recrea con exactitud fotográfica la maquinaria y los procesos que permiten obtener las mieles de la caña de azúcar cubana.
El recorrido finaliza con una degustación que puede llegar a incluir al menos tres integrantes de Havana Club. La tienda especializada garantiza la presencia de todos los rones de la marca, incluso las ediciones limitadas. En el bar principal del Museo, el visitante puede participar en Talleres de Coctelería y descubrir el punto exacto que hace a los cantineros cubanos tan famosos internacionalmente.
Sólo para clientes muy conocedores el Museo del Ron Havana Club reserva una sala especializada en degustaciones de las ediciones más exclusivas de la marca, donde los interesados podrán contar con el privilegio de conocer y experimentar dimensiones sensoriales que sólo el ron cubano puede ofrecer.
