
"No somos el futuro, somos el presente”, así comenzaba Sheila Osorio, cofundadora de Liquid Experience Academy, el primero de los paneles organizados en HIP 2025 por este centro formador de personal de barra. Durante todas las ponencias, Liquid Experience trató de compartir con el público cómo se han ido desdibujando los límites entre la gastronomía y la coctelería, como entes independientes que trabajan de la mano.
La clave del éxito: poner en valor el trabajo del coctelero desde la empresa
Junto a ella, Mel de Conceição, bar manager de Salmón Gurú, quien daba las claves de cómo llevar el liderazgo detrás de la barra.
Mel de Conceição explicaba que a pesar de sus diferencias, los tres locales de Salmón Gurú, están unidos por la hospitalidad. Su charla trató su papel referente como líder de equipo en coctelería:
“Ecléctico, divertido y callejero”, es Salmón Gurú
“Antigua y representativa”, es Viva Madrid
“Privado, acogedor y excelente”, es Gurú Lab
Mel de Conceição hablaba de la suerte de ser bartender: “nadie más trabaja a 30 centímetros del cliente”. Confería el valor a lo humano e instaba a los empresarios a crear un ambiente favorable para los empleados insistiendo en que, si el trabajador vive en un ecosistema positivo y con beneficios, se ve reflejado en el cliente.
La bar manager explicó las ventajas de invertir en el trabajador para crear un sentimiento de pertenencia a la marca, a fin de sacar su potencial al máximo: “No hay nada más lindo que valoren el trabajo de uno”, citando a Diego Cabrera, propietario de Salmón Gurú.
Coctelería y alta cocina, en igualdad de condiciones
Fue el turno de conversación de algunos de los más importantes bartenders de España e incluso del mundo: Matías Iriarte, propietario de grupo Ginbo, la primera coctelería gastronómica del mundo, junto a Borja Insa, propietario de Moonlight Experimental y mejor bartender de España 2024 y cuarto del mundo. El panel fue moderado por, nada menos que Javier Cabaellero, mejor bartender del mundo 2024 y creador de Liquid Experience Academy, un apasionado por lo que el llama “coctelería evolutiva”.
Entre otras cuestiones, hablaron de las ventajas y desventajas de ser cocteleros fuera de las principales capitales de España. Mientras Insa puso a Zaragoza como uno de los principales potenciadores de su carrera, Iriarte asumió que en Mallorca los costes de la alta hostelería son demasiado altos en comparación con otras ciudades donde el flujo de gente es mucho mayor. Todo ello, eso sí, agradeciendo a la coctelería de provincia permitirles asentarse como los mejores: “No es la ciudad, es que consigas que sea rentable”.
Iriarte se mostraba agradecido con la evolución del sector: “era necesario que existiera el primer restaurante de cócteles en España, aún a riesgo de fallar nosotros para que los otros avancen”, con lo que coincidían Insa y Caballero fervientemente.
Ambos, por no decir los tres, fueron pioneros en coctelería en España, abriendo al público una alta coctelería que poco dependía de la gastronomía, sino más como un aliado.
“Primero soñamos y luego pensamos… no era tan viable como pensábamos”, contaban los cocteleros, aunque lo que si que fue viable fue soñar y convertirse en referentes. La ola de la nueva coctelería tenía que andar para que hoy alguien pueda correr.
Cream: cafetería de especialidad con coctelería
Redefinir el momento de consumición es una de las misiones de la coctelería actual -evolutiva, como le gusta llamarla a Caballero-, por eso Liquid Experience contó en esta ocasión con Cream, una cafetería almeriense experta en ofrecer “Speciality cocktails”.
Esta interesante propuesta pasa por crear cócteles que mariden con productos propios de una pastelería o una cafetería. El café y el licor son protagonistas, mezclándose o no, pues la clave está en tomar un buen café de especialidad y más tarde tomar un cóctel. Quedar a tomar un café, parece ser más divertido en Almería.