El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha expresado este viernes su apoyo al deseo manifestado por el jefe de la patronal de los panaderos franceses de ver la "baguette" –esa barra de pan estrecha, alargada y crujiente convertida en un símbolo de la tradición y la idiosincrasia francesas– incluida en la lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la Unesco.
"Francia es un país de excelencia en la elaboración del pan. La 'baguette' es la envidia del mundo entero. Hay que preservar esa excelencia y ese método de elaboración, y por eso debe registrarse como patrimonio", ha declarado el jefe del Estado francés en una recepción a los maestros panaderos celebrada en el palacio presidencial del Elíseo.
Baguette Patrimonio Inmaterial de la Humanidad
"La "baguette" es la vida cotidiana de los franceses y el pan es una historia especial, es el día a día por la mañana, la tarde y la noche para los franceses", ha afirmado Macron.
"Conozco a nuestros panaderos. Han visto que los napolitanos habían logrado que la Unesco inscribiera su pizza como patrimonio de la humanidad y por eso dicen ¿y por qué no la 'baguette'? ¡Y tienen razón!", ha concluido el presidente francés.
Para el presidente de la Confederación Nacional de Panadería y Bollería Francesa (CNPBF), Dominique Anract, la “baguette”, un producto "maravilloso" hecho de harina, agua, sal y levadura, "tendría su lugar legítimo" en el patrimonio mundial. "Junto a la Torre Eiffel, es uno de los principales símbolos franceses".
Los panaderos plantean que no se trata sólo del nombre y de la forma, sino la receta y los ingredientes los que necesitan ser consagrados.
Los panificadores artesanos han expresado su preocupación por las imitaciones producidas a escala masiva.
"Cuando veo la calidad del pan en los supermercados, es imposible no enojarse", señaló Dominique Anract, presidente de la Confederación Nacional de Pastelerías y Panaderías, al sitio web Atabula.
"El pan está congelado, algunos vienen de Rumania o de quién sabe dónde, nada se lleva a cabo de acuerdo con las reglas del arte".
El baguette tradicional ya está protegido en Francia con una ley que data de 1993. Para cumplir con los criterios, el pan sólo debe estar hecho con cuatro ingredientes: harina de trigo, agua, levadura y sal. No debe haber estado congelado o contener preservativos.
Según datos de la Confederación Nacional, Francia tiene un total de 33.000 panaderías. Las estadísticas concluyen que los franceses consumen unos 10.000 millones de barras de ese crujiente pan al año, lo que equivale a 320 cada segundo. De media, cada francés come 120 gramos diarios de 'baguette', aunque su consumo ha menguado a lo largo de las décadas, pues es tres veces menor a lo que se ingería en 1950.
Protección de la ONU
El arte del "pizzaiolo" napolitano que hace bailar la masa en el aire ingresó el pasado mes de diciembre en la lista del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad elaborada por la Unesco, después de una "petición mundial" que había sido firmada por dos millones de personas.
La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) adoptó en el 2003 una convención para salvaguardar el Patrimonio Cultural inmaterial de la humanidad, y desde entonces un comité elabora una lista de bienes protegidos en la que, por poner algunos ejemplos, figuran la Patum de Berga, las Fallas del Pirineo y las de Valencia, los 'castells', el flamenco, la dieta mediterránea y la cetrería.
Fuente: BBC, El Periódico