Cuando versamos sobre un buen Habano enseguida la mente se conecta con ese momento de placer sin límites, y no por casualidad, descubrimos en un corto lapsus de tiempo la íntima seducción del espíritu.
En los cinco años precedentes se aprecia el surgimiento de competidores al Habano en varias zonas del mundo, como Nicaragua, Honduras y República Dominicana. Pero nada puede sustituir la fuerza mística de ese terroir único de Vuelta Abajo.
Todos desean imitar al mejor, o por lo menos restarle fuerzas, y gracias a este afán han logrado gran parte de su éxito. Cada vez los productos finales -tabaco torcido y presentado en cajas- adquieren mejor calidad. Pero los años de experiencia y esa mayúscula condición de Denominación de Origen, única de su tipo en el mundo del tabaco, logran hacer la diferencia.
Aunque sigamos estando seguros de que es un ícono, la realidad es que el Habano debe encontrar su lugar en la ecuación moderna del placer. Para ello es imprescindible una mirada integradora y contemporánea, y sobre todo saber cómo se mueve este selecto grupo de "puros" Ultra Premium.
Es necesario resaltar la palabra "puro", porque es esta otra particularidad única del Habano. Lograr que todas las hojas de la ligada, tripa y capote, además de la capa, se produzcan en el mismo terroir, misma zona o mismo país, es algo atribuible solo a este. Cuba es un país de tabaco y la historia no se equivoca. Aunque en estos últimos tiempos en otras partes del mundo la modifican para su beneficio.
Un buen tabaco se hace en las vegas, y en las fábricas se les da forma y alma, con esa carga emocional gigante que lleva impregnada cada vitola. En este caso la realidad supera la ficción, añadiendo otro valor al Habano, y quien lo dude que visite las vegas cubanas y lo corrobore de primera mano.
Habano: Se expanden los horizontes
En este mundo complicado donde el cliente no se queja, sino que cambia de prestatario, hay que buscar alternativas y reinventarse, sin perder los favores de la historia y la tradición atesorada durante años. Por tal motivo se han creado muchas novedades para resaltar el giro de los buenos puros, sean mezclas o no, de hojas de varias zonas tabacaleras o países.
Lo primero sería destacar que la Ley Anti-tabaco ha calado hondo; pero contrasta con que hoy día se vende más tabaco o puros torcidos Ultra Premium. Siempre digo que aquellos que promulgaron esta ley jamás se sentaron a degustar y compartir el humo embriagante de un buen Habano, o no supieron discernir que psicología y psiquiatría no son ramas iguales, aunque ambas se combinen, del mismo modo que cigarrillo y puro son tan distantes como diferentes.
Sigamos por la ruta del placer asociado al acto de degustar un majestuoso puro. Noten que digo degustar y no fumar. Hablemos entonces de cómo se han creado mapas sensoriales en el mundo para degustar las vitolas, de cómo se van corrigiendo cada una, comenzando por la “cata en frío” hasta terminar con la insustituible "cata en caliente".
La alternativa de no ver al tabaco solo como un acompañante de fiestas o buenos ratos, sino como protagonista en maridajes de trinomios o en tres tiempos, cada vez cobra más adeptos e ilusiona aún más a sus innumerables seguidores. Y es que a esta se incluye el maridaje para cada tercio de la vitola.
Según se exprese el tercio en cada puro y como vaya avanzando, así se le sumarán destilados y/o chocolates y cafés al segmento. Se emplean muchas veces vitolas de calibre medio a grueso y de largo recorrido para hacer más placentero y extenso el momento.
En cada tercio se armoniza con la vitola un destilado, o en su defecto un vino especial o dulce, y también un chocolate -este se elegirá según su procedencia y por el por ciento de cacao-. En el segundo tercio se buscará un destilado diferente, quizás más corpóreo, y un café seleccionado según su Denominación de Origen o procedencia. Y para el último tercio, ese de la nostalgia, la bebida cambia según la fortaleza o territorio de sabor de la vitola. Para cerrar se emplea un agua, también elegida según origen, características y dureza. No se debe olvidar que el mejor acompañante del humo es un buen vaso de agua fría.
Los buenos puros son hoy el aperitivo en los grandes bares o clubes de fumadores del mundo donde las mejores vitolas, sin dudas, son las "vedettes" de la fiesta. Cada uno de estos consta de un walking humidor donde el cliente escoge o guarda sus Habanos. Aquí el factor bebida, agua y acompañante es vital, porque saber del mundo de los maridajes es sinónimo de buen gusto y placer.
Las constantes catas comparativas entre tabacos y vitolas de todo el mundo acortan las distancias y proveen de conocimiento práctico y real. Una cata de tres vitolas o más, de diferentes procedencias y fortalezas o similares, es un ejercicio muy beneficio para el cliente y crea una atracción extra en festivales y bares selectos de fumadores.
El golf es también una gran pasarela de vitolas increíbles. No se concibe un buen match entre amigos si no hay magníficos tabacos de por medio. Le sumamos a esto que las mujeres comienzan a ver el fumar puros como un acto de glamour, de modo que llevar uno entre sus bellas manos es un hito, también para la moda y el jet set. Esto no tendría valor si no enunciáramos que ellos y ellas hoy llenan los cursos de Cigar Sommellier en muchas capitales y sitios turísticos del mundo.
Estaríamos describiendo muchas otras actividades y pasatiempos, donde hoy triunfan los grandes puros de status Premium, a pesar de los pesares. Sin dudas el Habano tiene un lugar cimero y cautivador, pues la huella de una obra maestra siempre es imperecedera.
Les propongo, entonces, seguir acompañando al Habano en sus muchas trayectorias por el mundo, confiados en que es el único tabaco que puede vanagloriarse de ser el mensaje de la tierra, encerrado en una vitola.