Con la llegada del Otoño, un caracteristico olor a castañas asadas impregna las calles de Lisboa, una humareda blanquecina se adueña del ambiente y las castañeras se ponen el delantal, instalan sus puestos ambulantes e incitan a los traseuntes a llevarse un puñado de castañas asadas, muy apetecibles en los días más frios, sobre todo si se tienen las manos heladas.
Esta escena se repite todos los años en la capital de Portugal, en las calles de los barrios más populares y céntricos como Chiado, Baixa o Rossio donde abundan pintorecos vendedores ambulantes.
Las castañas han sido cosechadas en 17.500 hectareas, principalmente en Tras-os-Montes y Beira interior; casi el 30 porciento de las 13.000 toneladas anuales de castañas se exportan a finales de otoño, por lo que es el fruto de exportación más importante de Portugal constituyendo un alimento popular, sobre todo en sopas; en el otoño se pueden comprar por docenas envueltas en papel periódico o en hojas de la guía telefónica, en cualquier esquina de Lisboa.
En los mercados, los productos nativos, en muchas ocasiones de peor aspecto externo, son a menudo más caros que los importados, con razón, pues crecen de modo natural, se producen en cosechas poco abundantes, con un aroma especial muy concentrado.En la mayoría de los casos, han supuesto un intenso trabajo manual, cosa que saben apreciar los clientes que se preocupan por la calidad ecológica y artesanal.
Las castañas se asan con mucha sal para que se abran,mantengan el color y adquieran ese sabor entre salado y dulce tan especial. Las castañas en Lisboa saben distinto, son más tiernas, menos harinosas y se venden en cucuruchos de papel periódico por contumbre.
Es una tradición muy antigua el consumo de castañas en Europa como una de las principales fuentes de hidratos de carbono, en especial en épocas en que la papa no había llegado al continente europeo. Con la llegada de este tubérculo, el consumo de castañas se fue relegando a los fríos meses de invierno, y hoy día se asocia directamente con la fiesta de San Martín. Hay un refrán popular portugues que dice "Por San Martín, castañas asadas, pan y vino". Y eso es lo que hacen los portugueses cada 11 de noviembre, fecha en la que se celebra San Martín, quien era un soldado romano, que en medio de una fuerte tormenta de nieve compartió su capa con un mendigo. Cuenta la leyenda que al realizar este gesto, de repente salió el sol y se derritio toda la nieve. De ahí que aún en la actualidad se conozca con el sobre nombre de veranillo de San Martín.
En Portugal esta celebración se realiza alrededor de hogueras mientras cuentan historias de la vida, comiendo este rico y saludable fruto seco asado y probando el Agua Pe, el vino nuevo de baja graduación o la jeropiga, una bebida alcohólica típicamente portuguesa que consiste en anadir aguardiente al mosto de uva.
Si visita Lisboa en noviembre no desaproveche la posibilidad de probar un fruto de temporada que siempre recordará.
Propiedades de las castañas
Entre las propiedades de estos sabrosos y nutritivos frutos secos se encuentran:
- Poseen alto contenido de minerales como Magnesio, Potasio, Hierro y Fósforo .
- Alto contenido de proteína, hidratos de carbono y fibras.
- Bajo contenido calórico.
- Beneficiosas para problemas vasculares, reconstituyentes y antinflamatorias.
Además sus hidratos de carbono son complejos, lo que conlleva a que se absorban lentamente, de modo que mantienen los niveles de azúcar equilibrados en la sangre y quitan la sensación de hambre. El hierro que poseen, ayuda a prevenir la cefalea causada por anemia.
Las castañas asadas son ricas en potasio y esto favorece la buena circulacion y por lo tanto ayuda a controlar la hipertensión, evita la retención de líquidos y favorece la diuresis y la síntesis de proteínas. Además regulan los fluidos corporales y evita la artritis.
Es muy sano y recomendable el consumo de castañas sobre por los niños, pacientes con anemia, fatiga, cansancio y con problemas de enfermedades de la piel, pues ayudan a sanarlas.
El fósforo fomenta la memoria y las vitaminas del complejo B que poseen, además está demostrado que protegen al sistema nervioso.
Su contenido en taninos las hace fabulosas para las diarreas por la astrigencia. Tambián su contenido en triptofano combate el insomnio.
