El arte del flair en Cuba

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Redacción Excelencias Gourmet
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Más que un estilo, el flair es arte. Mixología y acrobacia se unen en singular espectáculo. Entonces la coctelería nos atrapa desde mucho antes del momento de degustar.

Hoy nos acercamos a esta manera de hacer más que centenaria, dada conocer por legendario bartender estadounidense Jerry Thomas, pero que en las últimas décadas ha cobrado especial fuerza en los bares de Cuba y el mundo.

Los pormenores llegan de la mano de varios de sus actuales representantes en el archipiélago caribeño: Yasmany Portal, Joel Pons, John Gerald, Jesús Ernesto Gálvez e Ipólito Moreno.

Su inspiración para dedicarse al flair ha sido la posibilidad que ofrece esta modalidad para servir cócteles de gran calidad sin demorar el servicio, y el efecto positivo que tiene en los clientes cada movimiento y la destreza con que sean capaces de realizarlo, cuya sorpresa ratifica que "definitivamente es algo único, no importa cuántas veces lo veas", afirma Ipólito Moreno, bartender del Restaurante-Bar Donde Juan, uno de os actuales defensores de esa modalidad.

Su colega Jesús Ernesto Gálvez, del bar Saltzucar tuvo igual motivación: "Me propuse aprender esta modalidad para dar un show al cliente: además de un buen cóctel, que disfrutara primero de un pequeño espectáculo y después de una buena mezcla".

Para todos, el camino ha sido largo y trabajoso. Observar y aprender de los más experimentados, incontables horas de práctica sin descuidar el estudio de la mixología han dado bueno frutos. El flair bartender es una figura que gana reconocimiento y protagonismo.  

No obstante, como afirma Joel Pons, "no se puede dejar a un lado el hecho de que el cliente vino al bar por un coctel, y tú principal objetivo es que tu mezcla satisfaga sus necesidades.

Ejecutando bien las dos cosas, vas a tener un cliente contento, pero lo más probable es que se convierta en embajador de tu bar, cuando se encuentre con la familia o amigos les dirá que la pasó muy bien, el ambiente era genial, buena coctelería y el bartender hacía trucos increíbles, y será cliente repitente".

Los movimientos del flair

Son varios, cada uno con características únicas que le dan una exclusividad a tu rutina, afirma Yasmani.

De manera general, los entrevistados mencionaron:

  • Snatch: atrapar a botella con la coctelera.
  • Shadow pass: pasar la botella de una mano por detrás de la cabeza.
  • Rainbow: movimientos que hacen pasar las botellas de una mano a la otra dibujando un arcoíris.
  • Taps: movimientos rápidos utilizados para cambiar la dirección de la botella.
  • Stalls: lanzar la botella o la coctelera, que de vueltas en el aire y caiga parada en el antebrazo, mano, codo o antebrazo en reverso.
  • Rolls: hacer rodar la coctelera/botella por las manos o diferentes partes del cuerpo.
  • Bumps: hacer golpeos a los objetos con el codo o el antebrazo en reverso.

Aun así, la creatividad es fundamental, y cada cual hace sus aportes a los movimientos establecidos, y así define su propio estilo.

"Cada flair bartender debe enriquecer sus coreografías con movimientos originales, que sean creados por ellos, eso es lo que hace que el flair evolucione, se enriquezca y año tras año se puedan apreciar nuevas tendencias", destaca Joel Pons.

Agrega que dentro del Working flair, existe la modalidad Craft flair, la cual se aleja un poco de los movimientos clásicos, y se enfoca más en "trabajar con estilo" con los utensilios de bar, hacer rotaciones entre los dedos con cucharillas, utilizar la pala, el colador, el medidor, las servilletas, absorbentes y casi cualquier objeto que tenemos a nuestro alrededor para darle un toque distinto.

Entre sus movimientos preferidos –especialmente por ser de su autoría- se encuentra el Helicopter on the Head: lanzar la botella por detrás de la espalda y que caiga en la cabeza dando vueltas, y luego atraparla con la mano.

También Ipólito Moreno cuenta con algunos movimientos propios como el signature catch, en el que atrapa una botella con una pierna.

Los movimientos multiobjects son los más gustados por John Gerald, bartender de la Creperie Oasis Nerva, más adecuados para exhibiciones y competencias, aunque –confiesa- prefiere el estilo libre, jugar con la música y dejar fluir su creatividad.

Las grandes protagonistas en cada show son las botellas de ron Havana Club tanto en Cuba como en otros países. Reconocen nuestros flair bartenders que son de las mejores que han utilizado.

¿Las razones? Su fortaleza, no es ni muy liviana ni muy pesada, la unión entre el cuerpo y el cuello no tiene una curva tan pronunciada, lo que facilita mucho el agarre.

Las botellas de Havana Club Añejo Blanco, Añejo 3 años, el Añejo Especial -que tienen el mismo diseño-, el Havana Club Reserva, y el Havana Club Añejo 7 Años son de las más utilizadas en las atractivas piruetas.

Más allá de aportar un material de trabajo ideal, la marca se ha destacado en el apoyo al movimiento del flair en Cuba, parte de su impulso permanente a la Asociación de Cantineros de Cuba. Vale subrayar su papel como patrocinador oficial del concurso Fabio Delgado in Memorian, el principal certamen del gremio en Cuba, en el que se compite en la modalidad de flair. El primer lugar clasifica para el Campeonato Panamericano de Coctelería.

Asimismo, Havana Club International S.A. organiza otras competencias, talleres y exhibiciones que contribuyen a visibilizar cada día más el arte del flair.

En Cuba ¿flair working o exhibition?

Coinciden los entrevistados en que, con funciones diferentes, la primera en el quehacer diario y la segunda más elaborada, para competencias, las dos modalidades cumplen un papel fundamental para el desarrollo del flair.

“En competencia ambas son obligatorias, en el trabajo si tienes la destreza y habilidad haces el que quieras, dependiendo de la cantidad de clientes que tengas que atender en el momento y de por donde estén las botellas en el momento, se vale bastante improvisar, cualquier movimiento por fácil que parezca se puede fallar, pero si estás seguro de ti, vale la pena correr el riesgo”, comenta Yasmani Portal.

Para Joel Pons, si bien el desarrollo no ha sido parejo, estas modalidades avanzan a buen ritmo. “El Working Flair (servicio detrás de la barra) ya se está viendo en bares, sobre todo en La Habana y algunos hoteles de Varadero; y el de exhibición (para shows y competencias) aún queda en una posición un poco más distante que el anterior, aunque tiene un crecimiento acelerado, y en esto han influido las facilidades del acceso a internet en los últimos años, ya que las bibliografías, tutoriales, vídeos competitivos son herramientas muy útiles para la superación, y están captando la atención de los que ya trabajan como bartenders y de los que comienzan su trayectoria”.

Mejores lugares para el flair

Con los instrumentos necesarios, y la adecuación de las técnicas al espacio, más de un escenario puede resultar ideal para que el cliente pueda apreciarlo y disfrutarlo.

Cualquier tipo de bar, ya sea el de una discoteca, un restaurante, o un hotel, puede ser bueno para mostrar este arte que gusta tanto a los ojos como al paladar.

Un éxito a destacar en el movimiento del flair cubano es que, en agosto de 2019, se organizó en La Habana junto a la Escuela Flair México, la primera ronda de exámenes de nivelación de la World Flair Association, un programa de superación para bartenders para obtener los distintos niveles de colores en el flair, desde el amarillo hasta el azul. En cada uno de ellos se examina en Vertido Libre, Working Flair y Ronda de velocidad.

Como resultado siete nacionales pasaron satisfactoriamente el nivel Amarillo, y perfeccionaron sus técnicas con master class y otras experiencias.

No obstante, afirman los entrevistados que carecen de lugares para practicar o sitios especializados en la modalidad, aunque en los últimos tiempos los bares han mostrado mayor interés en ofrecer este lucido espectáculo desde sus barras.

Pero nada detiene a los flair bartenders. Ni el aislamiento social de los últimos meses. Durante ese tiempo han entrenado en casa y han participado en competencias online como un torneo organizado en México con 64 competidores de Latinoamérica. También han tomado parte en varios challenges en todo el mundo.

El flair en Cuba se abre camino y gana cada día en profesionalidad y seguidores. Cada pirueta lleva la firma de un largo tiempo de esfuerzo, y demuestra que hablamos de mucho más que lanzar botellas al aire. El reconocimiento de clientes y expertos lo confirma.

Fuente: Havana Club

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