En la última semana he descubierto dos lugares, dos escenarios gastronómicos extraordinarios. Dos restaurantes con el sello de Japón pero que ofrecen una cocina mucho más evolucionada, más de fusión, de armonía y, para mí, de una gran calidad.
Zeitaku y Zuma son completamente diferentes. Uno es una pérgola, una terraza para 20 comensales, y el otro es un lugar donde pueden estar 100 o 150 personas a la vez.
Zeitaku, cocina japonesa para todos los públicos
Zeitaku es la creación personal de Yago Martínez y su socio Álvaro Castillejo. Yago es un enamorado de la gastronomía que ha querido demostrar que se puede hacer una cocina japonesa moderna, actualizada y atractiva para todo tipo de públicos.
Con precios razonables y una amplísima carta, el restaurante se sitúa en un local de unos 40 metros cuadrados en dos pisos, con una modesta cocina y pocos cocineros. Aún así, Zeitaku es capaz de ofrecer algunos de los mejores platos que he probado de la gastronomía japonesa.
Concretamente probé, entre otros, unas gyozas de carrillera ibérica, un lollipop de foie, trufa y arándano, unas almejas a la mantequilla tostada, tres leches de té Matcha y un wagyu Uzuzukuri Vulkano.
Dispone, además, de una magnífica carta de sakes y otras bebidas, incluidos vinos.
Es un lugar íntimo, ideal para ir en pareja, con amigos de verdad o con la familia, pero, en todo caso, con pocas personas.
Tiene una vista extraordinaria a un paisaje urbano que ha sido declarado, hace unas semanas, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco: el parque del Buen Retiro.
Zuma, una explosión de sabores japoneses en Madrid
Zuma se convirtió en un restaurante de un éxito increíble en Londres, y luego se fue extendiendo por diferentes lugares del mundo, creando una auténtica cadena de escenarios gastronómicos de lujo con el sello de Japón.
En Madrid ha abierto en un lugar privilegiado, en el Hotel Fénix, en plena plaza de Colón.
El recuerdo de Japón está muy presente en una inmensa barra donde se preparan los tradicionales y populares sushis y sashimis.
Pero en el interior, en unas mesas maravillosamente puestas con toda clase de complementos y de menaje, es posible disfrutar de una cocina más moderna, incluso más europea, sin perder el origen japonés.
Yo tuve la oportunidad de probar el wagyu japonés con ponzu de chile daikon y el plato estrella, un langostino tigre gigante con yuzu koshu.
También tiene una buena carta de bebidas, y no solo de vinos, que permite armonizar la parte líquida con cada una de las creaciones culinarias del chef Rainer Becker.
El servicio de sala está muy bien organizado, al estilo japonés, donde el cliente recibe toda clase de atenciones.
Y el precio resulta, en general, bastante asequible, con algunos platos que cuestan más por ser mayor el coste de la materia prima.
Otro detalle a destacar es que dispone de dos espacios horarios de dos horas (uno, de 20:30 a 22:30, y el otro de 22:30 a 00:30). Suficientes para disfrutar de toda su oferta gastronómica.
Zeitaku y Zuma, un atractivo más del Madrid gastronómico del siglo XXI
Creo que no hay ninguna ciudad en el mundo que haya tenido, en los últimos años, una evolución en variedad y calidad tan notable como Madrid. Con restaurantes que surgen casi a diario de las diferentes cocinas del mundo y de las diferentes Comunidades Autónomas de España. Restaurantes con Soles y Estrellas, bares y tabernas de una calidad excepcional. De lujo, pero asequibles para la mayoría. Madrid es, sin lugar a dudas, destino gastronómico preferente y preferido por el turismo nacional e internacional.
Excelencia y extravagancia
La aparición de Zeitaku y de Zuma enriquece este panorama gastronómico y permite que Madrid ofrezca a sus habitantes y a sus visitantes una posibilidad más a la hora de elegir dónde comer o cenar.
Quizá la traducción del japonés "zeitaku" refleja mejor que nada lo que este tipo de escenarios gastronómicos representan en la actualidad. "Zeitaku" quiere decir excelencia y extravagancia. Lo suscribo.
