La cultura y gastronomía latinoamericana no podía faltar en la feria de productos ecológicos Organic Food Iberia, celebrada en Madrid la semana pasada. Uno de los exponentes de esa introducción de productos latinoamericanos en el mercado español es El Oro de los Andes, quienes importan productos ecológicos de Perú a Europa desde el año 2009. Eva Gómez, cofundadora de la empresa, nos cuenta sobre los orígenes de la empresa y sobre la expansión en el mundo de la alimentación de productos como la quinoa o la maca.
¿Cuándo surge El Oro de los Andes y qué productos comercializa?
Esta empresa surge a partir de una tesis doctoral que se presentó en la UPM, cuya fase final fue, precisamente, poner en marcha una empresa que importase de Perú productos de alto valor nutritivo. En aquel entonces, importábamos la quinoa y la maca, principalmente, y con el transcurso del tiempo fuimos incorporando más productos, como el cacao, el café o frutas deshidratas. En definitiva, productos bandera del altiplano andino.
En los últimos años, a parte de ser importadores y distribuidores de esos productos andinos, también estamos ayudando en la distribución a pequeños productores españoles, para darles a conocer y llevar sus productos a nuestros clientes finales, los que acuden a las tiendas y herbolarios. De esta manera, nos hemos ido progresivamente diversificando. Atendemos también a empresas que quieran disfrutar de la calidad de nuestros productos y tener su marca propia, somos además envasadores, etc.
¿Sobre qué versa exactamente la tesis que desemboca en última instancia en el nacimiento de El Oro de los Andes?
Hace ya unos cuantos años, cuando la quinoa prácticamente no se conocía, Fernando Salcines, que es uno de los fundadores de la empresa, desarrolló una tesis doctoral para investigar sobre la idoneidad de introducir dos productos genuinos de Perú, como son la quinoa y la maca. Es decir, qué capacidad tendría el mercado español para incorporarlos y que los españoles pudieran conocerlos e introducirlos en su dieta habitual. Hubo mucho trabajo de campo: haciendo entrevistas, encuestas, etc. Investigamos acerca de toda la cadena de producción, desde el origen hasta la comercialización.
En el momento de ponerlo en práctica, ¿cómo recibió el mercado español la introducción de estos productos tradicionales peruanos?
Nosotros somos pioneros en ello. Comenzamos hace 14 años, cuando llevábamos un par de productos únicamente, la quinoa y la maca. Recuerdo las primeras ediciones de la feria “BioCultura” a las que acudimos con estos productos, y causaron sensación, ya que no existían apenas en España. Además, trajimos también las quinoas de color, ya que la blanca era la más conocida, pero presentamos también la quinoa negra, la roja, la maca amarilla, roja y negra, etc. Hemos podido ver de primera mano cómo ha ido evolucionando el mercado y el consumidor final, y la mayoría de ellos han oído hablar de estos productos. En la actualidad, podemos encontrar la quinoa, por ejemplo, en grandes superficies como Mercadona o Carrefour, lo que demuestra que ha habido una evolución tremenda. Ahora mismo hay muchísimas empresas que importan este producto de Perú.
¿Qué sector concreto es el que más busca vuestros productos?
Siempre hemos estado orientados a traer producto ecológico de pequeños productores, que se encuentran en áreas remotas de la sierra andina, y cuyo producto es de altísima calidad, ya que conservan los métodos de producción tradicionales. En ese sentido, nos hemos dirigido siempre a un nicho de mercado de tienda ecológica o herbolario. Estamos orientados a un público que valora la calidad, el proceso, y que sea respetuoso con las personas y con las cooperativas, de forma que reciban un precio justo. De hecho, la gran mayoría de nuestros productos llevan el sello de pequeños productores, que garantiza ese proceso sostenible y respetuoso con las personas.
¿Es difícil dar a conocer un producto cuando trabajas en un nicho de mercado?
En este nicho de mercado es muy importante la comunicación “boca a oído”, y hacer una labor didáctica de tienda en tienda, con las personas que se van a encargar de la venta final. De hecho, no hacemos publicidad, sino que transmitimos lo que conocemos del producto, y trasladamos ese conocimiento al vendedor. Esta es la manera en la que mejor se puede llegar al público final.
Y en ferias como esta, ¿cuál es la labor que lleváis a cabo?
Lo que hacemos en las ferias es seguir ampliando nuestra cartera de clientes y de tiendas, además de conocer otros servicios que puedan mejorar nuestro proyecto, ya sea desde el envasado y el acopio al transporte, o cualquier proceso intermedio. También estamos abiertos a la posibilidad de conocer tecnologías que nos ayuden a dar un valor agregado a nuestro producto de origen, y generar además nuevos productos, como pueden ser barritas energéticas o batidos vegetales, por ejemplo. Siempre estamos dispuestos a colaborar con otras empresas para alcanzar nuevos retos.
A nivel nutricional, ¿qué características tienen estos productos peruanos que comercializáis?
Debido al lugar en el que se producen, espacios de gran altura donde la limpieza del ambiente y de la tierra es notable, y bastante mayor que en otros lugares, sumado a que tienen denominación de origen, puesto que dentro de la cordillera andina hay lugares específicos para cultivar cada producto, obtenemos productos de muy alta calidad que es valorado por nuestro nicho de mercado, con respecto de otras quinoas que se están cultivando donde tradicionalmente no se cultiva ese alimento. Tenemos un valor nutricional y de calidad muy alto.
Después de estos dos días de Organic Food Iberia, ¿cuáles son vuestras impresiones acerca de la afluencia y los contactos en la feria?
Quizás por las fechas, siendo miércoles y jueves, he notado algo menos de afluencia. Sobre todo, he visto más afluencia de visitantes en vez de profesionales.
¿Cómo valoras, en definitiva, el mercado de los productos ecológicos en España?
Creo que sigue creciendo, y va llegando a cada vez más gente. No obstante, le queda aún mucho camino por recorrer, y es muy importante que haya una mayor sensibilización para que haya una mayor demanda. Al final, el mercado lo regula la demanda, y si el cliente busca un producto de mayor calidad y que sea respetuoso con el medio ambiente, las empresas van a tener que seguir los mandatos del mercado. Es por ello que pienso que el nicho de mercado ecológico va a crecer progresivamente, y se va haciendo cada vez más viable que haya una mayor producción ecológica y un mayor número de consumidores ecológicos, de manera que se vaya haciendo la transición de lo convencional a lo ecológico.