La tradición chocolatera de la empresa catalana Chocolates Solé viene de muy atrás, concretamente de 1946, pero eso no ha evitado que la marca se adapte a las necesidades de los nuevos tiempos y a los hábitos de consumo más actuales. En 1999, apostaban por ampliar su oferta a un nuevo modelo de productos que comenzaban a hacerse hueco en el mercado, como son los alimentos ecológicos. Desde entonces, la gama de estos productos ha ido creciendo hasta disponer de numerosas variedades de chocolate orgánico, tanto chocolates de alto porcentaje como tabletas que mezclan el cacao con naranja, jengibre o coco. Josep Lluís Llauradó, de Chocolates Solé, nos habla sobre su presencia en Organic Food Iberia, feria de alimentos ecológicos celebrada en Madrid la pasada semana.
Son una empresa de Barcelona con mucha tradición e historia, de hecho, llevan desde 1946 en el mercado, ¿por qué deciden venir a Organic Food Iberia, una feria que es relativamente joven?
Llevamos muchos años en el mercado, y a esta feria llevamos viniendo desde el primer año que se celebra. Como muchas empresas, buscamos aumentar nuestras ventas y expandirnos, y la exportación es una salida natural a nuestro producto. En Cataluña ya nos conocen, en España también, por lo que tratamos ahora de abrir nuevos mercados. Básicamente, esa es la principal razón de estar aquí.
¿Cómo fue esa expansión de Cataluña a toda España?
Desde el primer día estuvimos comercializando en Cataluña, y en España llevamos unos 22 años abriendo mercado, y tenemos un buen abanico de clientes en Madrid, Andalucía, Galicia, etc.
Fuera de nuestras fronteras, ¿cuáles son los principales objetivos de exportación?
En cuanto a exportaciones, llevamos unos 7 u 8 años apostando por él, y ya tenemos presencia en unos 25 países. Sobre mercados concretos, estamos abiertos a todo. Sí que es verdad que estamos vendiendo mucho en Emiratos Árabes, en Japón, aunque lo más sencillo es Europa, sobre todo a nivel logístico. No obstante, no nos cerramos puertas.
En el mercado, algunos chocolates como el belga o el suizo son los que más fama tienen, ¿cómo se recibe en Europa el chocolate español?
Lo de las famas, evidentemente, tiene bastante efecto. Parece que el chocolate belga o el chocolate con leche de suiza son los mejores. Lo que sí es cierto es que fuera de Europa, los productos europeos en general son muy atractivos, independientemente de que sean belgas, alemanes o españoles, y les dan un valor añadido muy grande.
Con respecto a esa gama de productos ecológicos, ¿cuál es su apuesta por los productos ecológicos?
Principalmente, intentar que el futuro sea lo más limpio posible para todos, tratando de evitar residuos y buscando que todo sea más natural.
¿En qué tipo de chocolate se centra Chocolates Solé?
Tenemos 22 referencias ahora mismo en el mercado, y siempre estamos abiertos a desarrollar nuevos productos. Tenemos desde porcentajes altos de cacao, a chocolates negros y con leche, pasando por aquellos con otros alimentos como avellanas, almendras, naranjas, etc. Trabajamos siempre con productos naturales, y no necesitamos aromas. Estamos presentes en tiendas pequeñas y medianas dedicadas a la alimentación ecológica, y también en El Corte Inglés y en otros grandes distribuidores.
¿En qué momento reparan en esa necesidad de añadir el producto ecológico a su gama?
Siempre hemos tratado de tener un producto lo más natural posible, incluso cuando la cuestión ecológica no tenía el mismo impacto que tiene ahora. Siempre hemos utilizado manteca de cacao y cacao puro, siempre hemos buscado el producto puro, y el paso natural para nosotros era el mercado ecológico.
En ese sentido, ¿cómo está el mercado de los productos ecológicos en nuestro país?
España es un país tremendamente productor de alimentos ecológicos, sobre todo de verduras o frutos secos. Es cierto que igual no es un gran consumidor, pero definitivamente es un gran fabricante.