En la temporada estival recurrimos a las bebidas frías y refrescantes que logren apaciguar la sed ante tanto calor. El agua es ideal, y aunque muchos se decanten también por cerveza, ¿por qué no atreverse con un vino tinto?
Existen infinitas opciones vinícolas para disfrutar en verano, pues todo depende de que se sirvan en las mejores condiciones, y atendiendo a eso, los tintos tienen su espacio aun en verano, la cuestión es evitar elaboraciones demasiado contundentes y poderosas.
Que salgan a la temperatura adecuada es el primer consejo. Resulta fundamental que estén bien conservados y que al servirlos en esta época veraniega sea con un par de grados por debajo de lo recomendado porque los perderá en pocos minutos una vez servidos.
Por tanto, es aconsejable pedir una cubitera con hielo, aliados no solo de blancos, rosados o espumosos. Aquí cinco etiquetas de las muchas cuyo perfil combina con los momentos más intensos del verano y serían una opción ideal para refrescar.
PV- 20
Este es un monovarietal de petit verdot de la firma Jean Leon, uno de los vecinos emblemáticos del Penedès. El PV-20 es un vino que definen como «experimental» elaborado en exclusiva con esa variedad francesa pues están apostando fuerte por ella «por su capacidad de adaptación al cambio climático», aseguran.
Se trata de uvas ecológicas de petit verdot, plantadas hace seis años, y vino del que únicamente han elaborado 2.523 botellas. Es la más reciente creación de la casa dentro de su gama de vinos artesanales y que se caracterizan por producciones muy limitadas.
Vivanco Brunes 2019
Un estreno que sale como «vino de municipio» pues es una de las categorías admitidas por la denominación cuando se ha elaborado sólo con uvas procedentes de esa localidad, y la elaboración, crianza y embotellado también tienen lugar en ese municipio. En su caso procede del pueblo de Briones, de una selección de dos parcelas trabajadas en ecológico, y se compone de tempranillo con un 10% de maturana, variedad de la que Bodegas Vivanco es el mayor cultivador.
La imagen del vino está inspirada en el sacacorchos Red Devil, diseño americano de Gerald Youhanaie, registrado en 1985 y que pertenece a las colecciones visitables del Museo de la Cultura del Vino de Vivanco.
Los Confines 2018
Este es un monovarietal de garnacha de dos viñas viejas asentadas en Cebreros y San Bartolomé de Pinares (Ávila), a más de mil metros de altitud y sobre suelos de pizarra y granito. La filosofía de esta joven casa Bodegas Prieto Pariente (proyecto de los hermanos Martina e Ignacio Prieto Pariente), es recuperar y rescatar viñedos destinados a desaparecer, lo que condiciona sus limitadas producciones. De este vino han salido 3.506 botellas.
Es un vino balsámico, frutal, con notas de hierbas aromáticas, de montebajo, recuerdos minerales. Carnoso en la boca, jugoso, con una fresca acidez, equilibrado y con recorrido.
Finca Matambres 2017
Forma parte de la lista de elaboraciones de Bodegas Monteabellón, casa familiar de la Ribera del Duero burgalesa que está celebrando este año su 20 aniversario en Nava de Roa, donde se localiza.
Este Matambres 2017, con una crianza de 20 meses en barrica (80% francesa y 20% americana), presenta aromas de frutas maduras, notas especiadas, cremosas, recuerdos de café. Un vino amplio, goloso, con una frescura que va ‘creciendo’ en la copa y al final un toque amargo, nada molesto, que contribuye a su persistencia.
Bembibre 2017
Es un buen representante del Bierzo que elaboran en Dominio de Tares. Elaborado con uvas de mencía en vaso de viñas de más de 80 años, a unos 700 metros de altura y sobre suelos que tienen arcilla, caliza y pizarra. Este berciano es un atractivo tinto, con unas notas de frutos negros maduros, aromas cremosos, balsámicos, recuerdos minerales, con volumen en la boca, buena acidez, especiado, fluido en el paso y buena persistencia frutal.
Fuente: The Objective