Los vinos galardonados con 100 puntos por la Guía Peñín, analizados al detalle

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Guillermo García de Benito
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equipo de cata Guía Peñín

El pasado jueves, la Guía Peñín anunciaba los nombres de los vinos que, por primera vez en los más de 30 años de vida de la revista, iban a alcanzar la valoración de 100 puntos. El Conde de Aldama “Bota No” Amontillado y el Alvear Pedro Ximénez Solera 1830 se alzaban con una puntuación histórica, reflejo de la excelsa calidad de estos vinos. Para conocerlos mejor, charlamos con Carlos González, director técnico de Guías Peñín, y Javier Luengo, director editorial y catador, quienes nos explican las razones para que estos vinos hayan sido los primeros en rebasar la barrera de los 99 puntos.

-¿Cómo definirían los dos vinos que han alcanzado los 100 puntos, el Conde de Aldama “Bota No” Amontillado y el Alvear Pedro Ximénez Solera 1830?

Son vinos tan profundamente arraigados a un origen, tan íntimamente relacionados con la historia elaboradora de un país, que no tienen igual en el mundo. El momento en el que te acercas a estos vinos es como si estuvieras analizando un pedazo de tiempo, la sensación es única.  Conde de Aldama Amontillado “Bota NO”, es un vino muy especial, contundente, donde puedes tirarte horas intentando descifrar todo lo que subyace en su interior. Lo mismo nos pasó con el Alvear Pedro Ximénez Solera 1830, el mejor ejemplo de Pedro Ximénez que hemos catado en lo que llevamos de trayectoria, una calidad que nos hizo plantearnos cuáles eran los límites cualitativos de estos dos vinos.
 
-En la guía del año pasado ya hubo 6 vinos que alcanzaron la puntuación de 99, de hecho, uno de ellos era el propio Conde de Aldama "Bota No" Amontillado, ¿qué es lo que hace diferenciales a los dos vinos que han conseguido los 100 puntos este año?

Los 99 puntos han sido para nosotros siempre una barrera psicológica infranqueable. Nos preguntábamos a nosotros mismos si es posible alcanzar la perfección de los 100 puntos, teniendo en cuenta que el ser humano es imperfecto por naturaleza. El paso de los años nos hizo ver en estos vinos su capacidad infinita de crecimiento, vinos que volvían un año más tarde a nuestra copa e iban cada vez aportando algo diferente y motivador, como así ha sido. Así que el debate volvió sobre la mesa y es cuando entendimos que estos vinos seguirían haciéndose más grandes con el paso de los años. Ha sido una evolución natural.

“El momento en el que te acercas a estos vinos es como si estuvieras analizando un pedazo de tiempo”.

-¿Ha costado, no obstante, otorgar por primera vez en la historia de la Guía tal valoración?

Vimos claro que estos vinos debían tener la máxima puntuación de la Guía, lo que ha permitido abrir un interesante debate en torno a la perfección en el vino. Uno de los aspectos que tienen en común ambos vinos es que provienen de soleras antiquísimas, ¿cómo de importante es esto para conseguir un vino de tal calidad? Su incalculable longevidad es sin duda un punto a favor, pero no es el único. La idiosincrasia elaboradora en ambos lugares de producción, Jerez en las Bodegas Yuste y Montilla-Moriles en Alvear, está tan presente en el vino que lo marca de tal forma que te traslada a un lugar. El concepto tiempo ha de trabajarse con sumo cuidado, no todos los vinos están capacitados para alcanzar la gloria con el paso de los años. En cierta medida es un arte conseguirlo.

equipo de cata Guia Peñin


 
-¿Cómo influye la procedencia y el entorno en estos dos vinos?

La procedencia de los vinos ha sido sin duda uno de sus grandes valores, pero no por su etiquetado, sino por poseer esa etiqueta impresa en el interior del vino. Como decíamos, se trata de vinos de elaboraciones únicas, con variedades únicas de nuestro país. Estos vinos son a nuestro juicio, la máxima expresión de un estilo único y la mejor representación de la historia del vino de España a día de hoy.
 
-¿Cómo se encuentra el sector vinícola español en este momento?

A pesar de que no estamos atravesando uno de los mejores momentos para la economía global, el vino en España atraviesa por un buen momento. A nivel productor cada vez hay una mayor variedad de estilos, y cada vez existen más productores orientados a la elaboración de vino de alta calidad. Es asombroso el empuje que los jóvenes están teniendo en los viñedos de España. Se trata de gente formada, viajada y con una amplia experiencia en el consumo de vinos internacionales. Todo eso y el respeto por la vida en el campo está arrojando grandes resultados que con los años irán dando más fuerza a nuestro país en el segmento de vinos premium. La historia también es un valor en nuestro país, contamos con bodegas centenarias y familias vinculadas a la viticultura y la enología durante generaciones. Todos ellos contribuyen a dejarnos una fotografía actual muy interesante y prometedora. La mejora deberá ir acompañada por una mejor comercialización, pero somos optimistas y creemos que poco a poco iremos venciendo nuestros viejos miedos.

“En nuestro país, contamos con bodegas centenarias y familias vinculadas a la viticultura y la enología durante generaciones”.

-¿Qué podremos encontrar en la Guía Peñín 2023?

Aunque pueda sonar pretencioso, el lector encontrará la fotografía más precisa y completa de la situación del vino español a día de hoy. Veremos infinidad de nuevos vinos que han llegado por todo lo alto, incorporándose con relativa facilidad a un segmento de calidad alto. También es posible palpar la variabilidad del vino, sujeto a infinitas variables, algunas incluso que no pueden controlarse por el hombre.

El amplio estilo de vinos imperante en el país está bien reflejado en la Guía. Hoy día podemos tener vinos de altísimo nivel de todos los estilos que se conocen: frescos, balsámicos, estructurados, maduros, potentes, modernos, clásicos, etc. Todos ellos aparecen reflejados en las catas que hoy publicamos, representando la excelencia a través de diferentes interpretaciones del vino. Todo esto es lo que hace grande al vino español a fecha de hoy.

 

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Guillermo García de Benito