Todos sabemos de la importancia de beber agua y los beneficios que aporta al organismo. Mantenernos bien hidratados es bien necesario y para facilitar ingerir todo ese líquido que necesitamos, hoy traemos una alternativa: aguas de verano.
En medio de esta temporada estival, con el calor arreciando, siempre buscamos opciones para refrescarnos, ponemos en un altar las bebidas frías para calmar la sed. Con estas aguas de verano puedes brindar una variante original si tienes invitados, y también hacer que para los pequeños del hogar sea más divertido mantenerse hidratados.
Las frutas son una opción saludable que agregar siempre a nuestro menú. Unidas al agua, hacen un combo perfecto y de ahí nacen las aguas de verano: agua saborizada con frutas.
La preparación es extremadamente sencilla: tomamos un recipiente con agua (una jarra, por ejemplo) y añadimos frutas y hielo a nuestro gusto. Las frutas pequeñas como arándanos, frambuesas o cerezas se pueden dejar enteras, aunque en este último caso quizá nos interesará partirlas por la mitad y retirar los huesos para que tiñan con su color el agua, añadiendo más sabor.
Otras, las frutas más grandes, se pueden cortar como si fueran cubitos, por ejemplo, la sandía, el melón o el melocotón, o también en rodajas y medias lunas. Incluso podemos ponernos artísticos y cortar formas con un cuchillo o usando cortadores de galletas, por ejemplo, sacando estrellas y corazones de rodajas de piña o mango.
También, y es una opción que da un acabado estilizado, podemos congelar trozos de frutas con agua, formando cubitos de hielo que pueden ser agregados al gusto en el vaso de agua, y hasta combinarlos con distintas frutas.
