La Real Academia de Gastronomía de España entregaba en el día de hoy los Premios Nacionales de Gastronomía de 2022. El Museo Nacional Centro de Arte de Reina Sofía acogía la gala de estos premios, que celebraban este año su 47ª edición. Desde 1974 llevan estos galardones, pioneros en el sector, reconociendo la excelencia en la labor de jefes de cocina, sumilleres, periodistas y personalidades dedicados al mundo de la gastronomía. La profesionalidad, la pasión, la innovación, el legado, la excelencia o la cultura son algunos de los valores que están ligados a estos premios, que reconocen cada año el altísimo nivel de la gastronomía nacional.
En los prolegómenos de la entrega de premios, la presidenta de la Real Academia de Gastronomía, Lourdes Plana Bellido, destacaba la importancia de esta edición de los galardonas, que “aunque parece una edición más, debemos celebrarla de forma muy especial. Desde hace 3 años estamos viviendo tiempos muy extraños, con una pandemia, crisis de alimentos, crisis energéticas…”. A pesar de ello, quiso señalar que “los que estamos aquí reunidos somos grandes afortunados, ya que estamos relacionados con uno de los sectores más gratificantes de la sociedad”. “La gastronomía no es solo comida, sino también cultura, ciencia e innovación, salud, turismo y bienestar…”, añadía.
También puso de manifiesto que el sector está comprometido con varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el año 2030, como el de ‘Hambre Cero’, el de ‘Educación de Calidad’, orientado a educar a la ciudadanía en una alimentación saludable y sostenible, o el de ‘Salud y Bienestar’. “Todo esto es lo que quiere fomentar la Real Academia de la Gastronomía con sus actividades y sus premios”, subrayaba.
Tomaba la palabra tras la intervención de la presidenta de la RAG la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, quien ha destacado que “el sector es ejemplo de superación y constancia, de contribución a la cultura gastronómica de nuestro país, de testar para descubrir, de cambiar las reglas y procedimientos introduciendo novedades…”, y ha anunciado que “para el 2023 hemos incrementado un 35% el presupuesto destinado a la Real Academia de Gastronomía”.
Ya en la entrega de premios, la primera persona en ser reconocida ha sido la jovencísima María Maceiras con el Premio Nacional de Gastronomía Talento Joven Alimentos de España, por la labor de esta marinera gallega en la divulgación y la defensa de la pesca sostenible, principalmente a través de la red social TikTok. Maceiras señaló que “espero que muchos más jóvenes hagan como nosotros”, en relación a esa labor divulgativa que lleva a cabo.
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Por su parte, el Premio Nacional de Gastronomía Toda una Vida era para Abraham García, reconociendo así su amplia trayectoria en el panorama gastronómico nacional. El toledano ha querido reivindicar la cocina tradicional, y ha señalado que “siempre he sentido una profunda admiración por la cocina materna, del terruño, cuando no necesitaba llamarse así”.
Dentro del ámbito comunicativo, Javier Pérez Andrés veía reconocido sus más de 25 años de experiencia profesional como periodista y comunicador gastronómico, especializado en temas tan diversos como la agroalimentación, el vino o el desarrollo rural, con el Premio Nacional de Gastronomía a la Mejor Comunicación Gastronómica. El leonés hacía en su discurso un canto “al medio rural, y a esos restaurantes que llevan más de 25 años abriéndonos la puerta para que podamos comer por 15 o 20 euros”.
La labor científica también tenía su espacio en esta gala de los premios de la Real Academia de la Gastronomía, con la entrega del Premio Nacional de Gastronomía a la Investigación e Innovación Científica a Manuela Marín Niño, profesora de investigación del CSIC y experta en cultura árabe, por su trabajo de investigación en el campo de los orígenes de nuestra gastronomía, quien se limitó a “dar mi agradecimiento no solo en mi propio nombre, sino también en el de todas las personas que se dedican a los estudios árabes en este país.”
El Premio Nacional de Gastronomía a la Mejor Sumiller iba a parar a Cristina Díaz, reconociendo así su gran labor dirigiendo la sala y el apartado de vinos en el restaurante Maralba de Almansa, dos Estrellas Michelín y dos Soles Repsol. En su intervención, no dudaba en dar su agradecimiento a “todo aquel que ha apostado por visitar el restaurante.”
También reconociendo esa labor al frente de la dirección de sala fue reconocida Cristina Prados con el Premio Nacional de Gastronomía a la Mejor Directora de Sala, al frente en esta tarea en el restaurante BonAmb, también galardonado con 2 Estrellas Michelín y 3 Soles Repsol.
El premio más esperado era el que recibía Jesús Sánchez, un histórico de la gastronomía nacional, quien recibía el Premio Nacional de Gastronomía al Mejor Jefe de Cocina. El cocinero navarro, cuyo restaurante Cenador de Amós posee tres estrellas Michelin y tres soles Repsol, aunque se ha destacado también su importante labor en pro de la sostenibilidad y del producto de proximidad. El chef agradecía la entrega de este premio, “el mayor reconocimiento que un profesional del sector puede recibir en nuestro país”.
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Cerraba la gala con su intervención Luis Planas, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación y Medio Ambiente de España, quien reconocía estos premios como la “máxima distinción en el sector gastronómico de España, ya que es un reconocimiento al talento de los profesionales del sector, aquellos que han sabido evolucionar propuestas gastronómicas y a la vez mantener un vínculo con nuestro singular legado gastronómico.”. A esto añadía que “nuestra gastronomía se ha convertido uno de los mejores activos en la creación de la imagen de España y de nuestra reputación en el exterior”
Foto de portada: Hostelería Salamanca
