Hace unos meses, Marta Garaulet y yo publicamos un libro, con la editorial Planeta, que lleva por título “Simplicity”. El libro trata de poner de relieve que es perfectamente posible cocinar y comer adecuadamente, sin complicaciones. Porque la sencillez es la “quinta ese” de la Nueva Gastronomía del siglo XXI: Saludable, Solidaria, Sostenible, Satisfactoria y Sencilla (Simplicity).
Para ilustrar este concepto, me ha parecido interesante hablar de una empresa que está haciendo esfuerzos para ofrecer productos de calidad y, al mismo tiempo, que se puedan cocinar de una manera sencilla. Me refiero a Sucesores de Cumbres Mayores, empresa española de capital mexicano, y a su producto ARRACHERA, una carne macerada producida con ingredientes locales.
Simplicity o la sencillez en la gastronomía
La Nueva Gastronomía del siglo XXI requiere que la comida sea, no solo satisfactoria, sino también saludable, solidaria y sostenible. Y para ello, es necesario contar con unos conocimientos básicos que nos permitan elegir los alimentos más adecuados y la forma de prepararlos.
Además, en los últimos tiempos se ha extendido el uso de la cocina creativa, que cambió por completo los esquemas de la cocina tradicional, pero que quizá sea demasiado compleja para las casas particulares, o para el día a día de los pequeños y medianos restaurantes.
Todo ello hace que para muchas personas, para las familias, para las parejas trabajadoras, las personas mayores o los negocios de hostelería, pueda resultar complicado mantener una alimentación adecuada.
Sin embargo, es perfectamente posible compatibilizar el placer de comer con la salud y, al mismo tiempo, promover una alimentación más solidaria y sostenible. Y sin necesidad de hacer cuatro años de carrera universitaria o de ser Ferran Adrià.
Arrachera, un ejemplo de sencillez en la cocina
Como decía, Arrachera es una carne que viene preparada para que su elaboración sea rápida y sencilla. Sucesores de Cumbres Mayores, la empresa de alimentación que la produce y la distribuye, tiene raíces en España de más de cuatro siglos de antigüedad. La historia narra que, en el siglo XVI, la familia Lozano comenzó haciendo jamones ibéricos en España. En 1595 se trasladó a México y, durante años, ha continuado elaborando productos cárnicos de alta calidad expandiéndose nacional e internacionalmente (tiene presencia en México, en Estados Unidos y, ahora, de nuevo, en España).
A día de hoy, la empresa continúa siendo propiedad de la familia Lozano, encabezada por Luis Lozano, junto a su esposa Blanca y su hija (una extraordinaria profesional del diseño gráfico y digital).
La carne Arrachera, el producto estrella de la empresa, es un corte fino de vacuno macerado con una receta familiar, que le confiere sabor y jugosidad. La gran ventaja es que se puede cocinar rápidamente, ya sea a la plancha, a la parrilla, en el horno o en elaboraciones más complejas.
Arrachera con la Academia Iberoamericana de Gastronomía
Hace unos meses, la Academia Iberoamericana de Gastronomía (AIBG), teniendo en cuenta el espacio iberoamericano en el que se mueve la carne Arrachera y su presencia en España, decidió apoyar a esta empresa de alimentación como un ejemplo de lo que puede hacerse para facilitar la vida a la gente que cocina en sus casas, así como a los restaurantes, casas de comidas, bares y tabernas.
En el marco de ese acuerdo con la AIBG, Arrachera ha sido patrocinador de los I Galardones Iberoamericanos de Gastronomía, que se entregaron en la Real Casa de Correos, el pasado 21 de noviembre, a personalidades tan destacadas como Valentín Fuster (que recibió el Galardón a la Gastronomía Saludable), José Andrés (Gastronomía Solidaria), Rebeca Grynspan, (Gastronomía Sostenible); y Ferran Adrià (Gastronomía Satisfactoria).
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Visualizar la Nueva Gastronomía de las ‘5 eses’
Igual que los Galardones se han creado para visualizar, de una manera clara, el contenido de la Nueva Gastronomía del siglo XXI, Arrachera puede ser un ejemplo para visualizar que se pueden hacer compatibles los aspectos saludable y sostenible con la satisfacción y el placer. Como decía Francisco Grande Covián: “la gente comerá lo que debe, si le gusta”.
Pero, sobre todo, lo que la Academia Iberoamericana quiere poner de relieve con este acuerdo, es esa “quinta ese”, Simplicity, fundamental para que la gente entienda que se pueden buscar alternativas para comer bien de una manera sencilla. Arrachera permite disfrutar de una de las partes más interesantes de la carne de vacuno, que es la falda (tapa del costillar), sin tener que perder mucho tiempo en prepararla y, más aún, en asarla o guisarla.
Sería interesante que otras empresas de alimentación sigan su ejemplo, ofreciendo productos de alta calidad que puedan prepararse en poco tiempo y sin necesidad de contar con grandes instalaciones o de ser cocineros experimentados.
