Conocida por su sabor, sus beneficios y su capacidad de adaptación a múltiples recetas, la almendra es uno de los frutos secos más consumidos del mundo. Según la ingeniera técnico agrícola Mª José Maluenda, en base a lo que refleja el informe de octubre de 2021 del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, la almendra fue en la temporada de 2019/20 el segundo fruto seco más consumido en el mundo, tan solo por detrás de los pistachos. Según los datos del Consejo Internacional de Frutos Secos y Frutas Deshidratadas, la producción de almendra en la pasada campaña alcanzó un volumen total de 1,59 toneladas.
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Podemos hablar por supuesto de las cifras, pero lo realmente interesante es conocer los múltiples beneficios que tiene la almendra a nivel nutricional. Para empezar, se trata de una importante fuente de proteínas (20 g por 100 g de almendras), además de poseer un alto contenido en fibra (14 g por cada 100 g de almendras). De igual manera, sus ácidos grasos son mayoritariamente monoinsaturados (65%) y poliinsaturados (26%), las conocidas como “grasas saludables”, que hacen de la almendra un alimento inmejorable para prevenir enfermedades y reducir el consumo de grasas saturadas. Asimismo, la almendra destaca por su aporte de vitaminas, hierro o calcio.
Sumado a todo esto, este fruto seco tiene un fuerte poder saciante, de manera que una pequeña ración de ellos al día puede suponer un importante aporte energético y que reduzcamos el consumo de otros alimentos menos saludables.
Como explicábamos, no solo por sus beneficios conquista la almendra, sino también por su versatilidad y la posibilidad de incluirla en una gran variedad de recetas. Bien se pueden consumir crudas o tostadas, o se pueden triturar, moler o filetear para conformar otras elaboraciones. De hecho, es habitual verla en platos tan diferentes como recetas dulces (turrones o bizcochos), acompañando a ensaladas y otros platos de verduras, o complementando distintas elaboraciones como un cuscús o un guiso de carne.
Aprovechamos para recomendarte tres deliciosas recetas en las que incluir este saludable alimento.
Receta de pollo guisado con almendras
Ingredientes
- ½ pollo cortado en trozos
- 200 g de almendras
- 1 cebolla
- ½ de caldo de pollo
- 100 ml de vino blanco
- Aceite de oliva virgen extra
- 2 dientes de ajo
- Sal y pimienta
Preparación
- Primero, añade aceite de oliva a una olla y sofríe los trozos de pollo, hasta que estén doraditos.
- En otra olla, sofríe la cebolla cortada en julianas, para posteriormente añadir los dientes de ajo y las almendras trituradas.
- En esa misma olla, vierte el vino blanco, y cuando se haya evaporado el alcohol, agrégale el pollo, junto al caldo de pollo y las especias.
- Cuece a fuego lento hasta que el pollo esté tierno y haya adquirido los sabores del caldo y del resto de ingredientes.
Receta de cuscús con pasas y almendras
Ingredientes
- 400 g de cuscús
- 200 g de almendras
- 50 g de pasas
- 1 cebolla
- 1 pimiento verde y 1 pimiento rojo
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta
Preparación
- Primero, tuesta las almendras en una sartén, donde posteriormente añadirás la cebolla y los pimientos para el sofrito.
- En otra olla, sofríe el cuscús durante un minuto y posteriormente añádele agua o caldo de pollo/verduras, en proporción ½ de cuscús y 1 vaso de agua o caldo.
- Cuando el cuscús esté hervido, añádelo al sofrito y mezcla bien.
- Añade las pasas a la preparación, además de sal y pimienta. Otras especias como el curry o la canela le van muy bien a esta elaboración.
Receta de Tarta de Santiago
Ingredientes
- 250 g de almendras crudas peladas
- 5 huevos grandes
- 250 g de azúcar
- 1/2 limón
- 1/2 cucharadita de canela
- 1/2 chupito de aguardiente de hierbas (u otro licor)
- Azúcar glas para decorar
Preparación
- Calentar el horno a 180 grados.
- Tostar las almendras en una sartén a fuego suave, con cuidado de que no se quemen. Dejar que se templen.
- Mientras se enfrían, batir los huevos con el azúcar hasta que cojan un tono pálido. Añadir la ralladura de limón, el aguardiente y la canela.
- Triturar a fondo la mitad de las almendras, hasta que quede casi como harina. Triturar la otra mitad durante menos tiempo, para que quede picada más gruesa.
- Añadir la almendra al huevo con azúcar y mezclar con suavidad con una espátula.
- Engrasar con mantequilla un molde desmontable de 28 cm de ancho. Verter la mezcla en él y hornear unos 30 minutos, hasta que la superficie esté dorada. Tapar con papel de aluminio y hornear unos 10 minutos más. El tiempo exacto depende de cada horno: lo mejor es comprobar si está hecha pinchándola con una brocheta o tenedor: si sale limpio, está lista.
- Dejar enfriar la tarta fuera del horno unos 10 minutos y desmoldar.
- Cuando esté fría del todo, espolvorear con azúcar glas y hacer la silueta de la cruz de Santiago.
Fuente: El Comidista