Esta mañana, en la 36 edición del Salón Gourmets, ha tenido lugar la presentación de los aceites certificados de 2023, pertenecientes a la Marca de Garantía de la Comunidad de Madrid. Esta es la Comunidad Autónoma invitada este año, con el motivo de dar a conocer los productos y los profesionales del sector agroalimentario local.
En este acto, se ha querido rendir homenaje al aceite de Madrid, un producto que el 4 de abril consiguió su segunda Denominación de Origen Protegida, y que es un gran desconocido para muchos. Ha sido Esther Alonso, directora de Aceites de Madrid, la encargada de la presentación, en la que ha querido agradecer “a todos los que han participado, desde los oleicultores, las almazaras y la administración”
Y qué mejor homenaje que apreciar por uno mismo las cualidades del oro líquido madrileño. Ha tenido lugar una pequeña cata, para apreciar el aceite que se produce, en palabras de Alonso, “con mucho amor, mimo y muy temprano” en Madrid. Se trata de un producto complejo y equilibrado, con aromas a tomatera, a hierba, y a manzana, en el que se siente en boca el sabor amargo y picante al mismo tiempo. Un sabor persistente, ideal para acompañar crudos e inundar de color cualquier plato.
En la Comunidad se suelen elaborar productos multivarietales, lo que le da esta complejidad en boca. Cornicabra, manzanilla cacereña y manzanilla castellana son las variedades más comunes, que conviven con otras minoritarias como la carrasqueño, cordal, aspedilla y redondilla. Estas tienen un vínculo geográfico y social que hacen al aceite de Madrid merecedor de estas DOP.
Juan Pozuelo, embajador de la gastronomía madrileña
Para acompañar la cata, el cocinero y embajador de la marca de garantía M Producto Certificado Juan Pozuelo ha querido elaborar una tapa, basada alrededor de este aceite, y elaborada con productos originales de Madrid. La ha descrito como “una tapa muy primitiva, con muchos arraigues a la tierra”.
Esta ha consistido en una crema de queso de Campo Real cocinado en leche y triturado, al que se le ha añadido requesón para darle textura y aromatizado con diferentes pimientas (verde, negra, rosa…), y acompañado semillas de productos ecológicos de la comunidad, y, cómo no, un buen chorro de aceite. “No quería hacer una tapa excesivamente complicada ni que el aceite no se notase” ha afirmado el cocinero. Se trata de una manera más de degustar este producto gastronómico, que es otra muestra de la riqueza de esta región.