Manzanilla de Sanlúcar para la Feria de Abril

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Lucía Vázquez
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Manzanilla de Sanlúcar para la Feria de Abril

El pasado 23 de abril comenzaba la semana grande de la capital hispalense. Sevilla recibía a miles de feriantes dispuestos a disfrutar de su cultura, cante, baile y gastronomía. Una tradición que se lleva celebrando desde 1847 y en la que la Manzanilla de Sanlúcar de Barrameda adquiere un papel fundamental, pues es la base para elaborar los famosos rebujitos típicos de esta feria.
Un vino de contrastes, unas veces ligero y fresco, y otras intenso y con carácter. La personalidad de la Manzanilla de Sanlúcar está marcada por la cercanía a la desembocadura del Guadalquivir. Hoy en día hay una gran variedad de marcas y estilos dentro de las 24 bodegas que están adscritas al Consejo Regulador de la D.O.P. Vinos de Jerez y Manzanilla de Sanlúcar.

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La uva con la que se elabora este vino es de la variante palomino, que se cultiva junto a la orilla del río que va a parar a la costa gaditana de Sanlúcar de Barrameda. Una ubicación excepcional que cuenta con las características climáticas fundamentales para su cultivo adecuado.
Con motivo del comienzo de la Feria de Abril, el Consejo Regulador de la D.O.P. Vinos de Jerez y Manzanilla de Sanlúcar ofrece algunos consejos para disfrutar del vino blanco de la alegría, de una manera responsable. Comienza con la recomendación de optar por las medias botellas como medida, ya que tienen una capacidad equivalente a 6 copas y es un tamaño más cómodo para evitar que el vino se caliente. Esto da pie al siguiente consejo, que se trata de servir el vino muy frío, lo ideal es entre 5 y 7 grados centígrados; y en una copa de cristal fino, para disfrutarlo de una manera más refrescante y profesional.
Una feria en la que los platos de marisco, especialmente gambas y langostinos, de jamón ibérico y de pescado frito que se suelen preparar en las casetas cuando llega la hora de almorzar, maridan a la perfección con la manzanilla. A veces el vino se bebe a modo del tradicional rebujito con el que los sevillanos combaten el calor. Una bebida refrescante compuesta por 1/3 de manzanilla y 2/3 de gaseosa de limón, servido con mucho hielo y a veces con hierbabuena para aportar un mayor frescor en boca.
Se trata de un vino que exige calidad, por lo que recomiendan buscar el sello de la D.O.P. en la contraetiqueta de la botella. La Manzanilla y la Feria de Abril van de la mano como símbolos de celebración en buena compañía -amigos y familiares- para disfrutar del baile, el cante y la gastronomía acompañada de un buen vino.

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Lucía Vázquez