La gastronomía mundial actual tiene mucho que agradecer al Descubrimiento de América. El comienzo del comercio y el intercambio de productos que se produjo entre los dos lados del Atlántico, a raíz de ese hecho histórico, modificó el concepto de gastronomía existente hasta el momento.
Por un lado, llegaron nuevos alimentos procedentes de Iberoamérica, lo que supuso una revolución para España y para todos los países de Europa, transformando los hábitos alimentarios de todas las clases sociales y permitiendo abrir nuevas rutas comerciales.
El Nuevo Mundo, por su parte, recibió especies inexistentes en esa zona geográfica, junto con técnicas agrícolas y ganaderas antes desconocidas, que han ido enriqueciendo enormemente su gastronomía.
Alimentos procedentes de Europa
Entre los diez principales alimentos que se introdujeron en el continente americano a través de España, me gustaría referirme a cinco de ellos por su importancia y su gran implementación en Iberoamérica.
El café, que tiene sus orígenes en Arabia, pasó a Europa a través de los turcos, y España lo plantó, más tarde, en Iberoamérica. En la actualidad, la mayor parte del café que consumimos proviene de Iberoamérica. El país que más exporta es Brasil, aunque el más popular quizá sea el de Colombia.
El arroz era uno de los alimentos básicos en la dieta de los españoles en el siglo XVI. No fue introducido en Iberoamérica hasta el siglo XVII, cuando Colón lo llevó al Nuevo Mundo en el segundo de sus viajes.
Aceite de oliva, una de las grandes aportaciones de Europa al Nuevo Mundo.
El olivo, base del aceite de oliva, fue enviado a Perú y a México desde Sevilla, aunque en ese momento no prosperaron los cultivos. Más tarde llegó a Chile y a Argentina. Actualmente se encuentra, sobre todo, en California y en distintas regiones de Iberoamérica.
El azúcar se envió desde las Islas Canarias y prosperó rápidamente en las Antillas, extendiéndose su producción a Cuba, Jamaica y Puerto Rico y, más tarde, a México, Perú y Paraguay. Hoy, es uno de los productos más característicos de la cocina colonial, a la que hay que sumarle influencias árabes, con el empleo de frutas almibaradas y escarchadas.
La vid, utilizada para la elaboración del vino, fue introducida por los conquistadores españoles desde la isla de Cuba, siendo México el primer territorio donde se plantaron las primeras cepas. Más adelante, la viticultura logró adaptarse a diferentes zonas al norte y sur del Nuevo Mundo.
Alimentos originarios de América
Entre los diez alimentos que llegaron a España desde América, quizá se puedan destacar cinco.
El cacao era una planta muy apreciada en el México prehispánico, utilizándose como medio de pago y en rituales. No pasó mucho tiempo para que se convirtiera en uno de los alimentos más exóticos y populares, especialmente entre la alta sociedad. La forma de consumo era en formato sólido: el chocolate.
La patata, o la papa, fue el alimento que más costó introducir en la dieta mediterránea, pero pronto se convirtió en un producto básico entre las personas con menos recursos (en Francia era considerado un alimento vulgar). Este tubérculo se ha convertido, con los años, en la guarnición estrella de la gastronomía española.
La patata se ha convertido en uno de los alimentos más consumidos en la gastronomía española.
El maíz era un alimento básico en la dieta de culturas americanas como los mayas o los aztecas. En España fue rechazado en un primer momento, empleándose como pienso para el ganado en Europa. Pero, más tarde, los países occidentales aprendieron a utilizarlo en la cocina y se convirtió en una fuente importante de nutrientes, con una gran producción a nivel mundial.
El aguacate tiene su origen en los países de América Central y México. Gracias a unas características climáticas favorables, se comenzó a cultivar en las Islas Canarias para, luego, expandirse por las vertientes del Mediterráneo. Actualmente, España se encuentra entre los mayores productores de aguacates, junto con México, Estados Unidos, Chile y Sudáfrica.
El tomate fue descubierto por los mexicas (aztecas) y traído a España por Colón. El origen más antiguo conocido puede estar entre las civilizaciones preincaicas que vivieron en la cordillera de los Andes. Hoy en día, es uno de los símbolos de la dieta mediterránea.
Alimentos de “ida y vuelta”
El intercambio de productos, técnicas y culturas alimentarias que tuvo lugar mientras se buscaba una nueva “ruta de las especias” fue, sin duda, una de las mayores aportaciones que se han producido en la historia de la gastronomía.
Todos esos productos que llegaron para quedarse han permitido enriquecer las diferentes cocinas iberoamericanas, hasta el punto de que, hoy en día, no se entenderían sin ellos
