Pablo Cuervo-Arango Lecina, director general de El Cantero de Letur, ha acudido a Organic Food & Eco Living Iberia 2023 como patrocinador de la feria. La empresa fue creada por Francisco Cuervo-Arango, padre de Pablo, en 1989. Todo comenzó con el objetivo de apostar por una agricultura ecológica que ayudase a crear vida y trabajo, así como de cuidar la salud de las personas y los animales de su ganado. Con esta apuesta ecológica han contribuido a desarrollar de forma sostenible un pequeño pueblo de Albacete, Letur.
¿Por qué habéis decidido venir a esta feria?
Nosotros somos una marca ecológica desde principios de los 90, somos pioneros, y esta es la mayor feria en España para profesionales dedicados al mundo ecológico. Tenemos que estar aquí por fuerza, pues somos un referente a nivel de lácteos.
¿Qué novedades estáis presentando?
Hemos sacado nuevas variedades de nuestros productos más conocidos. Uno de ellos es el yogur de leche de vaca natural con sabor a vainilla. Lo sacamos hace unos meses al mercado y está funcionando muy bien. También hemos sacado un kéfir de vaca suave, que es un poco más suave que el que tenemos de toda la vida, y además lo hemos lanzado en un formato diferente, en cartón en lugar de vidrio. Y luego vamos a presentar también los yogures y kéfir de cabra y de oveja, en un formato de cartón de 125 gramos, de manera que el precio unitario será de 1 euro. Este último lo estamos presentando en la feria, y esperamos lanzarlo para primeros de julio.
¿Cuál es la diferencia entre el yogur y el kéfir?
Los dos son a partir de leche fermentada, lo que pasa es que el yogur tiene una legislación específica con dos fermentos. Y el kéfir tiene una variedad más amplia de fermentos y levaduras. Ambos productos fermentan a temperaturas diferentes, y aunque los dos son probióticos, el kéfir tiene aún más cantidad de probióticos por ser cepas diferentes.
¿Tenéis vuestras propias ganaderías o colaboráis con ganaderos locales?
Desde el principio, hace 33 años, empezamos con la ganadería de vaca. El 100% de la leche de vaca que utilizamos es nuestra, de nuestra propia ganadería. Pero a partir del año 1995 empezamos a introducir la leche de cabra y un poco más tarde la de oveja también, y fuimos colaborando con ganaderías asociadas que se fueron creando en Letur a partir de nuestra demanda. En Letur no había ganadería de leche y a partir de nuestra implantación ahí, se ha generado un núcleo de producción de leche ecológica muy importante. También hemos formado nuestra propia ganadería de leche de cabra, de manera que aproximadamente el 50% de leche de cabra ya es nuestra y el otro 50% de ganaderías asociadas
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¿Cómo es el proceso de elaboración para respetar el compromiso ecológico y orgánico?
Empieza desde la agricultura, pues todo el alimento que consumen nuestros animales y los de las granjas asociadas tiene que provenir de fincas ecológicas. Luego, en la propia ganadería, ya no solo en la alimentación, sino en el trato y en una serie de requisitos como son los espacios o los tratamientos veterinarios que tienen que ser dentro de una reglamentación ecológica. Y cuando esa leche pasa a la fábrica, igualmente los ingredientes que se utilizan tienen que ser todos ecológicos, al igual que los procedimientos. Entonces, es todo un ciclo que parte de la agricultura hasta el producto final.
¿Cuál es el beneficio de consumir este tipo de productos lácteos ecológicos?
El beneficio principalmente es lo que no tiene el producto, todo lo que no le metes al cuerpo a nivel de cualquier tipo de aditivo químico en cualquier parte del proceso. Y dentro de lo que ya comes, las empresas ecológicas tienen una sensibilidad diferente con el medio ambiente en cuanto a los procesos de elaboración.
¿Qué os distingue de otros productores del sector?
En nuestro caso, que somos pioneros. No somos ecológicos porque sea una moda o una tendencia. Nosotros somos ecológicos porque nacimos ecológicos y esto ya nos lo creíamos cuando nadie sabía que era algo ecológico. Esa es nuestra principal diferencia respecto a otros que han nacido como convencionales y se han pasado a lo ecológico porque es moda o creen que hay un hueco de mercado; o respecto a aquellos que han nacido ahora como ecológicos.
