“Me alimento de berenjenas para mantenerme ardiente esperando el momento en que vuelvas amado mío. Tu ausencia es cada vez más cruel, ni las obligaciones del reino, ni, nuestras hijas logran que te olvide”
Carta de Nefertiti a su esposo Akenaton.
Siempre pensé que fueron los griegos los primeros en escribir sobre gastronomía. Ateneo de Naucratis (ss II o III d.C), nos relata que hacia el siglo IV a.C Arquestrato escribió un poema titulado “HEDYPATHEIA”, EL BUEN COMER, según Ateneo dicho poema no contenía ni un solo verso que no fuera una descripción culinaria y sirvió de base para muchos cocineros de aquella época.
El escritor a cual hacemos mención, nos regalo “El festín de los Sabios”, en ese libro muy antiguo nos advierte que en tiempos de Pericles había buenos libros de cocina, que desgraciadamente se desconocen en nuestros días. También en temas de cocina ingresaron Aristàgenes, De Mithoeco y Crispo de Thiane.
Pero lo que encontré enriquece mas a la cocina del mundo, aquí les relato la historia de Nefertiti y su apasionada receta, todo esto gracias a una especial amiga de Madrid, Aida Paramo, “La pequeña infante”: Su nombre es Nefertiti, significa, “La hermosa ha llegado” ( 1370 a. C-. 1330 a. C.) , enigmática mujer reina-faraón de Egipto, esposa del faraón Amenofis IV (más tarde Akenatón), casada con él durante 16 años, y cuyo bellísimo busto policromado ha quedado para la posteridad , la historia nos cuenta que no solo fue bella, sino que es la personificación de la mujer en el tálamo del amor.
A pesar de su hermosura y apasionamiento nupcial fue repudiada por su esposo al no darle ésta hijos varones. El pueblo no miraba con buenos ojos esta relación y sobre todo la conducta de Nefertiti, ya que en público acariciaba y besaba a su esposo en forma muy efusiva y hasta cuentan que solía pasearse con el exquisitamente desnuda. Cuando Akenatón se encontraba de campaña militar, la reyna-faraona le mandaba públicamente notas manifestándole que se cuidara ya que ella lo esperaba predispuesta y afectuosamente anhelante.
Aunque les parezca mentira (hace de aquello tantísimo tiempo...¿verdad?) todavía se conservan algunos pergaminos en los que la propia Nefertiti expresa su voluptuosidad expectante del siguiente modo : "Me alimento de berenjenas para mantenerme ardiente esperando el momento en que vuelvas amado mío. Tu ausencia es cada día más cruel y ni las obligaciones del reino ni nuestras hijas logran que te olvide".
En el curiosísimo texto también indica al faraón que pida a sus cocineros de campaña que le preparen un plato especial que ella toma a diario, explicándole cómo hay que pelar las berenjenas y sumergirlas después un buen rato en agua salada, para quitar el amargor, a continuación han de cortarse en dados, ponerlas al fuego y aderezarlas con ajo y especias, asegurándole que: "Comidas de noche hacen soñar con el amado, enardecen el espíritu y mantienen vivo el deseo y las fuerzas."
No se conoce más de ella, solo que virtualmente “desapareció”, hasta su nombre fue prohibido mencionar, solo algunos egiptólogos como Diodoro Sículo se atreven a comentar que en búsqueda del ansiado hijo varón tuvo algún escarceo extra matrimonial y que fue descubierta por su esposo, el mismo que la mando a matar y desaparecer su cuerpo. A nosotros los cocineros no nos interesa su conducta, sino, que nos entrego para la posteridad la primera receta escrita de un platillo.