La calabaza es la fruta más típica del otoño y de Halloween. Las más comunes son las redondas y naranjas, aunque las podemos encontrar de multitud de tamaños, formas y colores. Sus posibilidades en la gastronomía son enormes, pues se emplea tanto en recetas dulces como saladas, desde el tradicional pastel de calabaza (“pumpkin pie”) hasta una reconfortante crema de calabaza.
Si este año eres el anfitrión de la cena de Halloween de tu grupo de amigos, sorpréndeles con un cremoso hummus de calabaza y judías blancas como aperitivo. Para prepararlo, comienza retirando las semillas y la piel de la calabaza. Una vez que tenemos la calabaza partida a trozos, sazonamos con aceite de oliva, sal, pimentón, comino y ajo, y la horneamos. Cuando esté asada, se tritura con las judías blancas cocidas, ajo, sal, zumo de limón y tahini. Finalmente, acompaña la mezcla con trozos de pan o verduras partidas en finas tiras para poder untar el hummus.
La crema de calabaza con queso es un gran aliado para combatir el frío otoñal. Su receta es muy simple, tan solo tienes que salpimentar los trozos de calabaza antes de asarlos. Mientras, pon a hervir unas patatas, que luego triturarás junto con la calabaza, un poco del agua de la cocción y queso roquefort. Para darle un toque más crujiente, sirve la crema con chips de bacon por encima.
El siguiente plato es una calabaza al curry con arroz, apta para veganos y vegetarianos. Para cocinar esta receta, comienza rehogando un ajo, una cebolleta y un puerro, todos picados. Después, incorpora la calabaza partida en cubos junto con la mezcla de curry, cilantro, jengibre, cúrcuma, sal y pimienta. Cuando esté todo bien sofrito, añade leche de coco a la cazuela para que cueza durante 20 minutos. La calabaza al curry ya está lista, tan solo la tienes que acompañar con arroz basmati y unas pipas de calabaza.
Como plato principal, puedes preparar unas albóndigas de calabaza, con un sabor delicioso e intenso que nada tiene que envidiarles a las albóndigas de carne. Las puedes acompañar con cualquier guarnición, ya sea arroz, patatas, pasta, verduras o ensalada. Para conseguir la textura y consistencia de la albóndiga, aplastamos los trozos de calabaza asada y le añadimos un huevo, queso parmesano rallado, pan rallado, sal y pimienta. Con esa masa, hacemos bolas en forma de albóndiga y las pasamos por huevo y harina antes de freírlas y cocerlas en una salsa de calabaza, cebolla y tomate.
Para finalizar la cena de Halloween con un toque dulce, que mejor que con la clásica pumpkin pie. Aunque hay marcas que venden la mezcla hecha, su preparación es muy sencilla. Tan solo tienes que comenzar partiendo por a mitad la calabaza y meterla al horno con la piel hacia arriba y sin semillas. Trituramos la calabaza asada y añadimos azúcar moreno, azúcar blanco junto con sal, cardamomo, canela, jengibre, nuez moscada y ralladura de limón. Cuando está mezclado, incorporamos tres huevos y nata liquida para seguir batiendo. Finalmente, vertemos la mezcla sobre un molde con una base de hojaldre y lo horneamos. Un final dulce para una noche de sustos y disfraces.