El sándwich, generalmente identificado como comida rápida, permite innovar en cada elaboración por su flexibilidad. Algunas rectas han pasado de la simple unión de dos capas de pan y “algo” en medio, a ser obras de la genialidad de sus creadores.
Comenzó siendo una solución, el Conde inglés, John Montagu, le pedía a sus sirvientes que pusieran carne, entre dos panes, para comer con las manos mientras hacía otras acciones (jugar a las cartas, por ejemplo) y no ensuciarse.
En su honor, se escogió la fecha de su nacimiento para significar el día internacional del sándwich.
A continuación, presentamos algunas de las más alocadas variantes de sándwiches:
Katu sando:
Incluye wagyu (ganado japonés), pan de leche tostado y una salsa secreta. Se oferta en el restaurante Wagyumafia (Japón).
Sándwich cubo mágico o cubo Rubik:
Aunque su receta es más sencilla, solo con los ingredientes clásicos (pan, jamón y queso) sorprende por su presentación, imitando al famoso Cubo Rubik con sus caras cubiertas por diferentes colores que se deben girar para hacer coincidir. Con el fin de lograr variedad en los colores se pueden incluir diferentes tipos de quesos y jamones.
Tramezzino
De origen italiano, este sándwich destaca por su forma, cortada en forma de triángulo y por algunas características especiales: el pan que se utiliza es muy esponjó y los rellenos tienden a ser cremosos.
También existen otros sándwiches cuyas elaboraciones han sido propuestas por algunos comensales y, hoy día, reciben sus nombres:
Elena Ruz, la joven cubana siempre pedía un pan de medianoche con queso crema, mermelada de fresa y lascas de pavo asado. Así surgió esta receta que hoy aparece en muchas cartas de restaurantes.
Antes de finalizar, incluimos en el listado los sándwiches sin pan. Emplean cualquier ingrediente que sirva para unir, a modo de dos caras, un elemento en medio: dos rodajas de tomate o pepino permite poner en medio jamón u otro embutido. Otra variedad es la compuesta por dos porciones de pollo empanado frito y queso en medio.
