Recorriendo el área expositiva del 12 Festival del Cacao, encontramos presencia de un país como Venezuela, también reconocido a nivel internacional como productor de cacao. Coversamos con Rodrigo Morales, representante de Chocolates Valle Canaobo.
“Atenidendo la invitación del secretario Pepe, realmente es un agrado estar acá y poder compartir nuestras experiencias. Nosotros somos productores de cacao, elaboramos chocolate en la hacienda y, además, tenemos una ruta turística que llamamos Choco-turismo. Hemos tenido la oportunidad de representar a nuestro país en varias ferias en Europa y ennestos espacios, como el 12 Festival del Cacao, presentamos nuestras experiencias en lo que ha sido el crecimiento del movimiento en Venezuela, de qué manera hemos trabajado nosotros unidos y ver qué es lo que busca el mercado”.
Aquí hablamos de terroir, las condiciones climáticas, la tierra, todo tiene sabores específicos. No existe mejor cacao. El mejor es el que más te gusta, pero ese cacao, que es magnífico, tiene que ser tratado de buena manera. Si nosotros no fermetamos o no hacemos el trabajo como lo hace Don Luis, de nada sirve tener una joya porque va a ser un diamante en bruto que tienes que pulir para transformar en una gema, entonces eso es una parte muy importante que nosotros tenemos que aplicar, para hacer este tipo de chocolate fino, por el cual se paga bien, porque es tratado como unan joya, pero para tratarlo como una joya el buen trabajo se debe hacer desde el campo. Tienes que conocer y trabajar de la mano con el productor, para al final tener un excelente producto que hasta pueda tener premio.
Tenemos mercados emergentes, porque este tipo de cacao no es solo interés de Europa, como el mercado árabe, Emiratos Árabes Catar, también el mercado japonés paga muy bien nuestro cacao, pero nosotros no podemos entrar en el mismo saco que el cacao africano. Nuestro producto es completamente diferente, el nuestro es cacao fino de aroma, el de América Latina, del sur de México al norte de Perú, no se compara con cacao africano. El de allá está destinado para hacer golosinas, el nuestro para hacer chocolates gourmet, esa es la gran diferencia y es lo que nosotros tenemos que pensar, dando un trato especial y respetando también las culturas. Aquí hay un chocolate lavado que tiene un mercado y que es excelente y que se tiene que atender ese mercado. Acá ustedes tienen un cacao magnífico que si se trata de buena manera van a salir chocolates excelentes que tendrán en esos países unos valores increíbles.
Tengo que felicitarlos por la organización y me llevo de México el amor por su cultura, la educación por sus ancestros y su pasado y su cultura de cacao es algo que puedo envidiar sanamente y me gustaría llevar a mi país.