En Francia, el 2 de febrero no solo marca la Candelaria, sino que también da lugar a una festividad gastronómica encantadora: el Día del Crêpe. Este día, conocido como "La Chandeleur", es un tributo a la tradición de cocinar y disfrutar de crêpes, esas delgadas y deliciosas creaciones que han conquistado corazones en todo el país. La celebración no solo es un placer culinario, sino también un momento para reunirse en familia y compartir la magia de la cocina.
La Candelaria tiene profundas raíces religiosas en Francia, pero también está impregnada de tradiciones gastronómicas. La asociación entre La Chandeleur y los crêpes se remonta a siglos atrás, cuando las familias campesinas llevaban a cabo rituales para asegurar una buena cosecha. La forma redonda y dorada de los crêpes simboliza el sol y la prosperidad, mientras que lanzar la crepe con la mano derecha mientras sostienes una moneda de oro en la izquierda se dice que atrae la riqueza y la felicidad en el próximo año.
La preparación de crêpes es todo un arte en sí mismo. Desde mezclar la masa perfecta hasta dominar la técnica de verter y extender la masa en la sartén caliente, cada paso requiere habilidad y precisión. La cocina se llena de aromas irresistibles mientras las crêpes se cocinan a la perfección, listas para ser rellenadas con una variedad de delicias, desde azúcar y limón hasta Nutella y frutas frescas.
Símbolo gastronómico francés: crêpes como tesoro nacional
Lo que hace que el Día del Crêpe sea aún más especial es la tradición de reunir a familiares y amigos alrededor de la mesa. La cocina se convierte en un espacio de alegría y creatividad, donde cada persona puede personalizar su crêpe con los ingredientes de su elección. Estos momentos compartidos fortalecen los lazos familiares y crean recuerdos duraderos.
Además de las celebraciones familiares, el Día del Crêpe se celebra en todo el país con eventos públicos. Ferias de crêpes, donde los chefs locales ofrecen una variedad de creaciones, y competiciones culinarias que destacan la destreza de los cocineros, añaden un toque festivo a la jornada.
Las crêpes, con su versatilidad y sabor inigualable, son consideradas un tesoro gastronómico en Francia. La tradición del Día del Crêpe no solo destaca la delicia de este manjar, sino también su arraigado lugar en el corazón de la cocina francesa.