16 de marzo, día mundial de la alcachofa: la cura a casi todos los males en forma de flor

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Maria Carrasco Lloria
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Alcachofas

La alcachofa es una de las verduras más completas de la dieta mediterránea. Contiene propiedades y valores nutricionales que para otras es impensable y que complementan de muchas formas a distintos alimentos de valores sustanciosos altos. Hablamos de una flor de la que se cultivan más de 220 mil toneladas al año tan solo en España y que son exportadas principalmente por la Península Ibérica, gracias a que cuenta con ser uno de los alimentos más ricos y saludables del menú local. Además, su tacto sedoso a la boca y de sabor ligeramente amargo lo hacen un manjar perfecto para todos los paladares. Con motivo del Día Mundial de la Alcachofa el día 16 de marzo, se celebra el momento perfecto para la cosecha de esta verdura casi primaveral.

Con este precedente, adelanta al Día Mundial de la Alcachofa la Fiesta de la Alcachofa celebrada en Benicarló (Castellón) a mitad de enero. En este caso se debe tener en cuenta que esta verdura tiene dos periodos de recolección, uno entre octubre y diciembre y otro entre marzo y abril, celebrando la "gran torrà" entre ambos momentos óptimos para el alimento en el municipio castellonense. Sin embargo, la celebración de un día específico para conmemorar la existencia de esta hortaliza no tiene una razón exacta para ser. Sin embargo, nos parece una razón válida celebrar uno de las vegetales más completos del recetario y que se encuentra en tantísimas elaboraciones distintas.

Origen de la alcachofa y popularización de la dieta mediterránea a nivel mundial

El origen de la alcachofa se encuentra ciertamente en el Mediterráneo Oriental, teniendo los vestigios más antiguos, sobre el siglo VI en Marruecos con el nombre de "al-kharsuf", que se traduce literalmente como "palo de espinas". La palabra latina alcachofa es una adaptación y, aunque tiene una sonoridad bastante peculiar, su nombre científico, Cynara Scolymus, proviene de la mitología griega. 

Cynara, una joven griega de quien se enamoró Zeus, fue castigada a convertirse en una planta de feas espinas tras sus deslealtades al Dios del Olimpo. Es gracias a todas estas etimologías que conocemos su expansión a nivel global pues desde el Magreb se extendió a Grecia y Roma gracias a las habilidades marítimas y distintas invasiones entre todos estos territorios. Desde Italia, se dice que Catalina de Médici la exportó a Francia con sus viajes a la corte francesa de Enrique II y Luis XIV, el Rey Sol. Desde allí se popularizó en España gracias al comercio, que hizo que la alcachofa viajara hasta América. Con estas rutas podemos comprender que los mayores productores de este nutritivo alimento sean Italia, España, Francia, Egipto y Perú. En la península los lugares donde se cultivan mejores alcachofas serán Tudela (Navarra), Benicarló y El Prat de Barcelona.

Propiedades para la salud en la flor de la vida 

Sin embargo, la alcachofa no gana toda su popularidad de su nombre ni procedencia, sino sobre todo de la gran cantidad de propiedades nutritivas y beneficios para la salud que aporta al cuerpo humano. Su consumo hace efecto en mayor parte al hígado y a los riñones. Gracias a ello se considera que se trata de un alimento-medicina pues tiene valores depurativos y prebióticos debido a sus altos niveles de fibra e inulina. Una de sus idoneidades es el valor diurético amplío que aporta a diversas partes del organismo. Se puede decir que la alcachofa evita infecciones urinarias y piedras en el riñón, elimina los excesos de ácido úrico y urea, lo que implica una limpieza de la vejiga, y previene edemas.

Las hojas de alcachofa contienen cinaroparina y cinarina, que son dos activos muy potentes para el hígado, por lo que reduce exponencialmente el colesterol "malo" (HDL) y puede llegar a incrementar el "bueno" o LDL. Sus funciones casi inmejorables sobre este órgano implican un beneficio activo sobre las enfermedades hepatobiliares ya que gracias a que ayuda a la circulación de la sangre a través del hígado con lo que supone una regeneración de sus células y reduce el malestar causado.

También la alcachofa es un recipiente de inulina, una sustancia que, asociada al páncreas, ayuda al control de la diabetes teniendo en cuenta que ayuda a la gestión del azúcar en sangre. Asumiendo estas afirmaciones, se trata esta hortaliza de un alimento muy fructífero en las dietas de control de peso pues es un producto hipocalórico, que sacia por un lado pero igualmente puede ayudar a recuperar el apetito. Esto hace que pueda adaptarse a males de casi cualquier tipo y a recuperaciones de trastornos alimentarios. Además, al hablar de la alcachofa nos referimos a un desintoxicante natural debido a la mejora de la irrigación de los riñones, lo que aparece como una ventaja para los achaques de gota y otras enfermedades nefrológicas.

Finalmente, la alcachofa contiene cada unos 200 gramos de su peso natural, un 31% de vitamina C y un 14% de vitamina B1. En menores cantidades están presentes minerales como el fósforo, el hierro y el potasio, y pequeñas porciones de magnesio y calcio.

Preparaciones que ayudan a potenciar los valores más saludables de la alcachofa

La popularidad de esta verdura reside en su versatilidad para adaptarse a distintas elaboraciones. Normalmente, aparecen partidas a la mitad o en trozos, para disfrutar en todos sus pedazos de una parte del sabroso corazón. Sin embargo, la mayoría de sus propiedades se concentran en las hojas exteriores, que por su dureza y potenciado amargor suelen desecharse.

Una de las mejores opciones para aprovechar todas sus partes es hervirla para hacer infusiones, pudiendo utilizar por una parte el cuerpo para otras recetas y que el agua residual sea prudentemente aprovechada. Este caldo infusionado concentra la cinarina, sustancia especialmente beneficiosa para la reduccion del colesterol y enfermedades de vesícula, hepatitis y cirrosis. Se añade que su fácil disulocuión en agua hace que de la misma forma desaparezca lo amargo de su cuerpo y permanezca un remanente sabor dulzón. Esto convierte a la alcachofa también en un alimento de especial productividad a la hora introducirlo en las primeras dietas sólidas infantiles e incio de algunos sabores para los infantes.

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Maria Carrasco Lloria