Parras de la Fuente, o simplemente Parras, es la cabecera municipal del municipio homónimo en el estado mexicano de Coahuila. En 1998 fue declarada Zona de Monumentos Históricos, y en el año 2008 se le otorgó la categorización de Pueblo Mágico.
Es una región con un amplio atractivo desde el punto de vista enogastronómico.
Desde el Hotel Rincón del Montero, enclavado en esta localidad, intercambiamos con Jesús Martínez Castañeda, quien nos acercó a la historia de la vida más antigua de América.
“Obviamente, la vid llegó primero que nosotros y que el hotel, pero cuando se empezó la construcción de este salón se respetó la vid. Diversos expertos calculan que tiene más de esos años (350), por tanto, estamos haciendo un estudio para sacar exactamente la edad. Tiene más de 10 metros de altura y varias ramificaciones”.
Al pie de la vid, puede leerse el siguiente cartel:
Vitis Rupestris du Lot
350 años
Parras de la Fuente, cuna de la vitivinicultura en América
Este ejemplar se encuentra entre las vides más antiguas de América y el mundo. Como otras vides silvestres americanas, todas ellas de gran longevidad, la Vitis Rupestris du Lot fue fundamental en la salvación de la vitivinicultura a finales del siglo XIX al utilizarse como portainjerto gracias a su gran resistencia a la filoxera.
Con más de 350 años de edad, este ejemplar es testigo de la vasta tradición vitivinícola de Parras de la Fuente, de Coahuila y de todo México.
Aquí, bajo la sombra de esta Vitis Rupestris du Lot, nació la propia historia del vino en el Nuevo Mundo.
Mientras, Rodolfo Salina Ramírez, al frente de las cocinas de este hotel, nos comentó: “Yo soy originario de Torreón. En el ámbito gastronómico cuento con 16 años de experiencia. Estudié en la Universidad de Buenos Aires, Argentina, graduándome en 2008. Hemos estado en cocinas de hoteles en Chile, en Uruguay, Argentina, en la República Mexicana en diversas zonas turísticas. Aquí en Rincón del Montero buscamos que nuestra tendencia sea 100% mexicana, tomando inspiración de platillos prehispánicos como el recado negro, la cochinilla pibil y otros platos tradicionales como tacos al pastor, tomamos ideas, sabores y colores y tratamos de llevarlo un poco a técnicas más actuales, más de vanguardia y de gusto internacional”.