Café de Finca son "coffee roasters" desde el año 2009 gracias a la idea de Jonathan Moral. El catalán siempre había tenido lazos con el grano, pues su familia se ha dedicado al café verde durante más de 40 años. Sin embargo, Moral decidió llevarlo un paso más allá, al tueste y llevarlo hasta el final de la cadena: el consumir. Tiempo después, ya en 2014, se unió al proyecto su socio Juan Pendas, con quien comparte ahora la dirección de la empresa y la pasión por un producto de calidad y el buen hacer.
Con fincas cafeteras repartidas por todo el mundo, Café de Finca ha conseguido un éxito ante el café de especialidad como ningún otro. Según cuenta Jonathan a Excelencias en el marco de DestilaMad 2024, ellos no venden café, sino la historia detrás de cada una de las fincas, y es algo por lo que se sienten privilegiados. Lo abordan con una actitud más que dispuesta, poniendóle gran valor al esfuerzo de productores, cultivadores, recolectores y distribuidores, y siempre junto a su equipo trabajan por "la pasión de lo bien hecho" desde Castelldefels.
Como contexto debe decirse que el café de especialidad no existía en España hasta 2009, cuando Café de Finca empezó a funcionar y a promover el producto por la península, influenciado por países donde ya empezaba a estar de moda como Reino Unido, Alemania, Estados Unidos o Australia.
Los asistentes de DestilaMad tuvieron la oportunidad de escuchar la ponencia de Moral sobre "La democratización del café de especialidad" en el escenario principal de la feria. En esta contaba que, detrás del café que ellos producen y distribuyen, hay un estilo de vida saludable y en la forma en la que lo han trasmitido han conseguido crear uan comunidad, más allá de una marca de café. Este "lifestyle" que promocionan les ha permitido colaborar con grandes personalidades del deporte desde los hermanos Gasol hasta Marc André Ter Stegen (portero del FC Barcelona), el futbolista colombiano Radamel Falcao o el exatlético Mario Suárez.
Además, la marca insiste en que la sostenibilidad es una de sus puntas de lanza, sobre lo que se esfuerzan para cumplir no solo los estándares marcados por la comunidad cafetera internacional sino también para seguir su propia moral y cumplir con una ética marcada tanto en los lugares donde trabajan como con la mano de obra que les ayuda a producir su café. En su charla, el dueño afirmaba que "la auténtica innovación está en dejar huella (en el corazón y) en el planeta".
El Café de Finca, Coffee Roaster desde 2009, Jonathan y Juan, juntos en esta gran aventura hacia la evolución y la actitud de convivir en las fincas productoras, cultivadoras, las andariegas como se llaman en Iberoamérica, todas las recolectoras y en los países del trópico, ¿cómo vivís esta experiencia visitando las fincas directamente?
Creo que es nuestra pasión.
En mi caso desde pequeño he estado mucho en contacto con la naturaleza, he vivido mucho camping con mi familia y creo que de ahí lo he extrapolado a mi trabajo y siento que conecto. Ahí están los verdaderos protagonistas de toda esta película, de todo el café de especialidad.
No vendemos café, sino vendemos historia también, y detrás de cada finca hay una gran historia. Nos sentimos muy privilegiados de poder vivir eso y palparlo en primera mano e intentar poner nuestro granito de arena y ponernos un poquito, aunque sea por unos días, en su piel e intentar poder transmitir el valor que tiene todo el trabajo que hacen allí.
En Honduras, en Santa Bárbara, exactamente, ¿cómo se vive y cómo se cultiva el café? ¿De esta finca tienen alguna especialidad?
Sí, trabajamos allí desde hace ocho años.
Tengo el privilegio de poder tener una parcelita allí donde poder cultivar nuestro café, o intentarlo, siempre respetando la figura del productor real. No somos nosotros productores, pero ahí nos sirve pues para poder valorar el gran y duro trabajo que hacen.
Ahí plantamos variedades botánicas bastante exóticas, desde geisha, gatuai, java, bourbon, que son diferentes varietales de especialidad. El terreno es un espectáculo porque estamos a 1500 metros de altura, en una zona muy frondosa de Santa Bárbara, y la verdad es que estamos muy contentos con el resultado.
La pasión de lo bien hecho, ¿qué abarca?
Bueno, yo siempre digo que el café de especialidad no tendría que ser, no tendría que llamarse especialidad, tendría que ser el café real.
Al final, creo que lo bien hecho se puede llevar a todos los ámbitos del mundo: de la cocina a la coctelería, en este caso nuestro mundo del café. Al final es, hagas lo que hagas, hazlo bien, ¿por qué tienes que hacerlo mal, o a medias?
Consideramos que el café de especialidad es algo bien hecho. Es muy metódico, se recolecta cuando está más duro, se procesa bien, se seca midiendo la humedad.
Para mí es eso, lo extrapolamos a la empresa una vez aquí en España. Yo puedo tener un buen producto pero si no tengo un buen servicio, pre-venta, post-venta, una experiencia de compra adecuada, al final todo lo bien hecho creo que acaba teniendo un poco de éxito en cuanto al producto final.
¿Cómo maneja la sostenibilidad Café de Finca?
Nosotros en la sostenibilidad trabajamos muy duro.
Es difícil en el mundo en el que nos movemos en el sentido de que creo que aún no estamos preparados. Por eso yo me desplazo personalmente a todas las fincas para ver que todo lo que hacen: que todo el manejo sea sostenible, toda la reutilización de los desechos, todos los procesos, que no se trabaje con explotación infantil, etcétera.
Una vez aquí en España también trabajamos e intentamos que todos nuestros brazos de takeaway sean biodegradables, que nuestras cápsulas sean residuo cero (que es 100% compostable y que desaparecen en 26 semanas sin planta de compostaje, solo botándola al jardín, por ejemplo).
Aparte que es costoso y difícil encontrar los materiales sostenibles hoy en día, cada vez menos, pero aún cuesta. En eso trabajamos desde las ficnas hasta el tostadero.
¿Qué novedades presentáis ahora en DestilaMad? ¿Qué especialidades tenéis en este evento?
Aquí traemos nuestra finca como especialidad. Hace poquito que lo tuvimos todo recién tostado y tenemos un lote muy pequeñito, con lo cual hemos traído aquí una parte del lote para poderlo presentar así como como la parte más exclusiva.