Clásico, elegante, armónico, esta bebida conquistó a Madonna para poco después irse de copa en copa por los bares de Estados Unidos. Casi 30 años después de su boom, conserva ese je ne sais quoi que le ha merecido singular protagonismo tanto en series de televisión y por supuesto, en la carta de terrazas y pubs.
Sin embargo, el origen del Cosmopolitan se sitúa mucho antes del fenómeno Madonna, en 1934, cuando el Elite Bar estrenó en su menú un cóctel acuñado así pero que en lugar de ginebra utilizaba vodka, sustituía el limón por la lima y el sirope de frambuesa por el arándano rojo. La bebida evolucionó por décadas hasta hallar la fórmula que se extendió a nivel mundial: vodka, triple seco o Cointreau, lima y zumo de arándano coronado por piel de naranja flameada.
Aunque se desconoce a ciencia cierta el creador de la mezcla, la presencia de los arándanos a menudo se asocia con la influencia femenina, como una alusión a los labios. De ahí que se le atribuya sobre todo a Cheryl Cook, barman del Strand Restaurant de South Beach, en 1985.
No obstante, la única certeza es la idea del flameado, creada por el barman Dale DeGroff; y la imagen de la cantante Madonna bebiéndolo en The Rainbow Room que le dio la vuelta al mundo.
El cóctel Cosmopolitan no pasa de moda, bien por su fusión de sabores, su presentación, e incluso por el aire de misterio de su origen. Te compartimos su receta a continuación para que puedas hacer gala de este trago incluso desde la comodidad de casa.
Los ingredientes son:
• 45 mililitros de vodka (se aconseja que sea vodka al limón)
• 30 mililitros de zumo de arándano rojo.
• 15 mililitros de triple seco o Cointreau
• 7,5 mililitros de zumo de lima.
El primer paso será enfriar la copa con un poco de hielo y agua. Mientras tanto, con ayuda de una coctelera mezcla todos los ingredientes con hielo macizo, para que conserve el frío al máximo. Una vez fría la copa, vierte el cóctel y cuela para limpiar de cristales de hielo y tenga una textura homogénea.
Para los más arriesgados quedará entonces un último paso: el flameado. Para él, se cortará un círculo de piel de naranja, eliminando la parte blanca amarga. La técnica es sujetarlo con el dedo pulgar e índice, poner el mechero justo debajo de la piel y encima de la copa. Al quemarla soltará sus aceites esenciales, para finalizar se pasará la piel por el borde y la vertemos en el trago.
Foto de portada tomada de Recetas de cocina de Sergio