Europa. La Comisión Europea aceptó en medio de polémicas que las bodegas abandonen el método tradicional de elaborar vinos rosados, aceptando que puedan hacerse mezclando blancos y tintos, para poder competir con los vinos del Nuevo Mundo, con precios más baratos.
Tradicionalmente, el vino rosado se obtiene a partir de la fermentación del mosto procedente de la mezcla de uvas tintas y blancas. Pero este proceso acaba de cambiar, pues la Comisión Europea (CE) autorizó las bodegas a mezclar vinos tintos y blancos para obtener rosados.
La medida ha traído una fuerte polémica entre viticultores y enólogos, a favor y en contra de la disposición, aunque la CE alega que es necesaria para hacerle frente a la competencia de los vinos del Nuevo Mundo, que son más baratos y que están ganando una gran participación en el mercado mundial de vino.
La CE aceptó que sus productores elaboren rosados como lo hacen los chilenos, australianos y sudafricanos, según consigna el diario Ouest France.
Pero no todos están de acuerdo. "Es una aberración en términos de evolución de las técnicas de elaboración como de impacto en los consumidores", sostuvo Xavier de Volontat, presidente de la asociación que nuclea a los bodegueros franceses, para quienes la nueva normativa puede generar confusiones entre los genuinos vinos rosados y los blancos mezclados con algunas gotas de vino tinto.