Emily en París… ¿o en Madrid? Moda y gastronomía se unen en la última edición de la serie

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Maria Carrasco
Emily in Paris

La noche del 12 de septiembre un pequeño trozo de Madrid se convirtió en París. Ropa de rayas, boinas, macarons, vino y elegancia en cada rincón se unieron en el Restaurante El Jardín De Arzábal, dentro del Museo Reina Sofía de Madrid, para presentar una nueva línea exclusiva: Emily in Paris & Häagen-Dazs en una Watch Party de la última parte de la cuarta temporada de la serie. Se trata de los sabores Strawberries & Cream y Salted Caramel.

Todas las capitales mundiales de la moda y la gastronomía se unieron ayer para dar paso a la Fashion Week, patrocinada en Madrid por Mercedes-Benz. Aunque Emily in Rome es el nombre de esta ultima edición que Netflix sacó este jueves, fue la heladera neoyorkina Haägen-Dasz quien organizó el evento al más puro estilo parisino. 

Emily en... ¿Madrid? Moda y gastronomía bajo el mismo techo

Emily Cooper es una joven adulta que ve sus sueños hechos realidad cuando, desde su americanísima agencia de publicidad, le hacen la propuesta de su vida: viajar un año a París con uno de sus socios, una famosísima marca publicitaria de lujo que trabaja con los productos más chic de toda Francia. Nuevo idioma, nuevas amigas, nuevos chicos, nuevo trabajo… y un restaurante de por medio. 

En L’Espirit de Gigi es el cocinero Gabriel quien busca su primera estrella Michelin, el sueño de todo profesional de los fogones que viaja a la gran capital de la gastronomía mundial. 

Dentro de todo este lío, en busca de sueños y estrellas, el Jardín de Arzábal, restaurante de Álvaro Castellanos e Iván Morales, convirtió su terraza ajardinada en patio parisino y cine al aire libre donde se presentó “La Última Navidad”, el primer capítulo de la última parte de la serie.

Con Haägen Dasz como patrocinador del evento, el establecimiento madrileño, que celebra este año su 15 aniversario, se vistió bien a la moda, con todos los asistentes, entre influencers, cocineros y profesionales de la moda, vestidos bajo la icónica temática de Emily en París. 

Helados, palomitas color rosa, sushi, ilustraciones en el momento a cargo de María Muñoz de Fernando o la personalización de boinas cosidas por las manos de la artista Koral Antolín, amenizaron una velada elegante y fresca donde brillaron una propuesta gastronómica, la juventud, el estilo… y los flashes de cada cámara, al más puro estilo Emily en París.

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Maria Carrasco