Este 30 de septiembre se celebra el Día del limón. Es un imprescindible de las despensas, tanto para elaborar bebidas, aliños, postres, platos de carne o pescados. El limón es un todoterreno de las cocinas.
La travesía milenaria del limón
Viajamos hasta las montañas del Himalaya, en el hemisferio oriental para descubrir los orígenes de la fruta. Desde ahí, los árabes lo trajeron a Europa en el siglo XIII y fue entonces que alcanzó poco a poco la popularidad que ostenta hoy.
A menudo asociado con la frescura y el verano, el limón tiene la virtud de ser un alimento rico en nutrientes diversos. Empezando con la vitamina C, esta esfera entre el verde y amarillo, se distingue por un sabor notablemente ácido, pero también por contar con propiedades como el potasio y otros minerales.
De ahí que resulte una fruta muy beneficiosa en la producción del colágeno, para la cicatrización y el sistema inmunológico, por solo mencionar algunas.
Pero, más allá de la limonada, el limón ofrece tantísimas posibilidades para crear sabores con todos los matices y ¡te lo demostramos!
3 recetas con limón “sin cara de limón”
1. Ceviche de berberechos al limón:
El ceviche es al limón como el hilo a la aguja, inseparables. La técnica implica sumergir el marisco que elijas en zumo de limón, en busca de cocinar su carne a base de ácido. En este caso, seleccionamos los berberechos. Lo primero para ello será lavar los moluscos y luego, exprime el jugo de los limones hasta obtener suficiente para cubrirlos.
Así se dejan marinar durante unos 10 minutos, mientras cortamos la cebolla y el cilantro. Luego se mezcla todo con cubos de pimiento rojo,... y voilá. El resultado es un plato colorido, donde el limón da vida a la carne.
2. Brochetas de salmón con salsa holandesa cítrica
La clave del marinado con limón es un favorito de quienes disfrutamos del toque ácido. Esta vez será la salsa holandesa la aliada de la fruta para crear un plato a base de salmón.
Para su preparación se corta el salmón y se cubre con zumo de limón, un chorrito de aceite de oliva, sal y pimienta al gusto. El tiempo de espera aproximado es de 15 minutos para que absorba todo el sabor cítrico.
Mientras tanto, prepara la salsa holandesa: bate tres yemas de huevo en un bol y, poco a poco, añade mantequilla fundida mientras sigues batiendo. Una vez listo el marinado se le agrega a la salsa con una pizca de sal la cual complementará al salmón. La carne se sirve en brochetas de madera para un acabado a la parrilla o sartén en busca de dejarlos dorados por fuera y jugosos por dentro.
3. Bizcocho de limón:
Dulce, esponjoso y con el toque justo de acidez, nada mejor para acabar un menú donde el limón es el producto estrella que con un bizcocho.
El postre lleva harina, azúcar, levadura mezcladas en un bol a la que se le añade otra hecha a partir de huevos batidos, aceite de oliva suave o mantequilla derretida y ralladura de limón. La masa se vierte en un molde previamente engrasado que se hornea a 180°C durante 35-40 minutos
Como sugerencia, ten lista una taza de café o té ¡La combinación es de 10!