Japón. El "gokon", la tradicional cita a ciegas colectiva que empareja a muchos matrimonios en este país, ha llegado a las clases de cocina, donde los tímidos nipones ensayan la vieja estratagema de engatusar el estómago para lograr pareja, según un reportaje de la agencia Efe.
En una casa en Shibuya, un céntrico barrio de Tokio, tres chicas y tres chicos aprenden junto a una profesora a elaborar un menú italiano de ensalada verde, pasta con brécol y pollo a las hierbas, pero no es más que una excusa para conocerse entre sí.
Se trata de buscar pareja pagando lo mismo que en una cena, la modalidad más extendida de "gokon" o encuentro planificado del mismo número de chicos y de chicas con el que muchos japoneses encuentran pareja para toda la vida.
El sistema de citas colectivas en cenas concertadas ha sido muy común entre los jóvenes nipones, pero últimamente se ha contagiado también a la cocina.
Más de 6.000 personas han participado en el último año en las clases organizadas por esta empresa de "matching" establecida en Yokohama, a las afueras de Tokio, con mejor o peor suerte.
"Se necesita algo que facilite la conversación y luego conocer a la persona", explica a Efe Shinobu Ahiko de "R-s Kitchen", organizador de estas particulares reuniones culinarias.
Estos encuentros se organizan unas 200 veces al mes en siete lugares distintos de Tokio y Yokohama, para mujeres y hombres de entre 25 y 45 años, que quedan emparejados según el menú que elijan a ciegas.
Una clave del éxito es que internet garantiza la privacidad del sistema.
"Nos enteramos por un programa de televisión, pero nos costó mucho reservar porque siempre está lleno. La verdad es que, si no nos tocan buenos (compañeros), es horroroso", explica a Efe, sonriente, una participante.
Un factor que ha ayudado al éxito de este sistema es el éxito de ventas "Konkatsu (Buscar pareja)", un libro que habla abiertamente de la tendencia de "buscar marido" entre las mujeres entre la treintena y la cuarentena.
Publicado hace un año, ese libro insiste a los jóvenes en que busquen activamente a su compañero para toda la vida y anima especialmente a las japonesas a dejar atrás su imagen estereotipada de mujeres sumisas y modestas.
Últimamente ha aumentado el número de solteros jóvenes en Japón. En 2005 un 47 por ciento de los hombres de entre 30 y 34 años de edad no estaban casados y otro tanto le pasaba al 32 por ciento de las mujeres mientras hace quince años los porcentajes eran del 21,5 y 9,1 por ciento, respectivamente.
En un panorama de crisis económica y con la baja tasa de natalidad de Japón como telón de fondo, sigue habiendo diferencias entre los hombres y las mujeres que se apuntan al "gokon".
"Ha aumentado el número de alumnas y creo que ellas han cambiado porque han dejado de comprar los bolsos de marca y ahora hacen una inversión para su futuro", comenta Yuri Sasaki, de la escuela de la cocina ABC.
Este encuentro en la cocina es una excusa para que muchos hombres superen la timidez y la pereza. "Si es una cena, tengo que hablar más", aseguró a Efe un participante de 28 años, que concurre a las citas a ciegas para casarse.
Para los que no les gusta cocinar, hay también "gokon" con actividades como el golf o acampadas, en las que a menudo los hombres saben más que las mujeres, a las que acaban enseñando.
El mercado de las agencias matrimoniales está creciendo hasta alcanzar entre 50.000 millones de yenes (519 millones de dólares) y 60.000 millones de yenes (622 millones de dólares) gracias al mayor interés de los varones, según el Ministerio de Economía.
A pesar de su popularidad, el encuentro en la cocina no siempre tiene un buen resultado.
"Que yo sepa, hemos conseguido diez parejas pero hay muchos casos que no encuentran ni pareja, ni amigos. Y otras veces, al final, lo que ocurre es que las mujeres se acaban haciendo amigas", explica divertido Shinobu Ahiko, encargado del encuentro.