La organización sin ánimo de lucro Restauración Mallorca CAEB se sumó esta semana a la protesta del sector pesquero por las propuesta de la Comisión Europea para la limitación de la pesca en las Islas Baleares. Aludían desde la organización a que esta reducción afectará al suministro de productos frescos para la restauración, lo que rebajará la oferta gastronómica de los establecimientos de la comunidad autónoma. Esta misma mañana ha tenido lugar la reunión entre el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural del Govern de Balears y la Comisión Europea donde se ha alcanzado un acuerdo.
La iniciativa europea podría haber supuesto la limitación de la pesca a 27 días al año, es decir, una reducción del 79% de la actividad pesquera de las Islas Baleares. Esto ha motivado una huelga que ha mantenido la flota de arrastre amarrada en los puertos baleares desde que se hizo pública la propuesta.
Joan Simonet, conseller de Agricultura, Pesca y Medio Natural de Baleares asegura que “se ha esquivado” la medida, pero no ha sido eliminada. Por el momento, parece haberse fijado la actividad en 130 días al año, tal como se había pactado para el 2024 en cuanto al reglamento que regula el plan de gestión de pesca del Mediterráneo. Simonet ha participado como representante de todas las comunidades en el último Consejo Europeo de Ministros de Pesca.
Restauración y el sector pesquero, unidos en la protesta
Juan Miguel Ferrer, presidente de Restauración Mallorca CAEB, sentenciaba que “la reducción de los días de pesca propuesta por la Comisión Europea representa una amenaza directa a la supervivencia del sector pesquero, pero además pone en riesgo a toda la cadena de valor gastronómica de las islas. Los restaurantes dependen de productos frescos, y esta medida pone en peligro la calidad y la competitividad de nuestra oferta”.
Por ello, instaba los pasados días a la Comisión Europea a buscar una respuesta a esta problemática que beneficie tanto a la sostenibilidad del mar como garantice que el sector pesquero y la restauración puedan seguir con su labor sin ver afectada su rentabilidad ni sus aportes a la economía autonómica y nacional, más aun siendo tan próxima la campaña de Navidad. La escasez de pescado fresco podría suponer graves afectaciones a ambos sectores baleares.
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