La vida es mucho más divertida a la sazón de las especias. Condimentar los ingredientes es uno de los pasos más alegres de la cocina, pues se inunda el ambiente de olores intensos que darán “el toque” a la comida. La etimología de la palabra especia nos da la pista: en latín significa “básico”. Sin especias, la cocina carece de esencia ya que sirven para perfumar, dar sabor e incluso curar y prevenir enfermedades.
Las especies son polvos o semillas de plantas , árboles, arbustos y flores muy aromáticas. Todo comenzó con la popularización de la pimienta en el siglo XVI, pero pronto comenzaría a surgir un interés imparable por el anís, la canela, el jengibre, la nuez moscada y el azafrán, entre miles de otras.
Excelencias Gourmet te ofrece el conocimiento que estas especias han transmitido al mundo: ¿cuáles son las especias favoritas de cada región?
En Europa y la hegemonía del verde litoral mediterráneo
Antes de conocer las especias asiáticas, los europeos ya usaban las mostazas alemanas y las hierbas provenzales del sur de Francia. Sin embargo, las favoritas son las verdes hierbas mediterráneas que surgen en los litorales de Francia, Italia, España o Grecia, sobre todo, como el orégano, el romero, la albahaca y, el tomillo y el laurel, que regalan a la dieta mediterránea los aromas y sabores frescos que la caracterizan. De hecho, estas hojas se convirtieron en emblemas de las civilizaciones antiguas.
Las finas hierbas como el perejil y el estragón también son muy populares. Es muy común usarlas no solo para combinar carne y pescado sino incluirlas en las elaboraciones del queso y algunas bebidas, entre otros productos.
Asia, la especiería original
En busca de la especiería unos hombres cogieron un barco una vez y descubrieron un nuevo mundo. Lo hicieron en diversos sentidos, pues abrieron un abanico de conocimiento culinario que marca todas las culturas gastronómicas mundiales.
Sabores tan canónicos como los de la pimienta, el anís, el clavo de olor, el hinojo, la nuez moscada, el comino, la cayena y miles de etcéteras más provienen de Asia, desde donde triunfaron en todo el mundo.
La infinidad de las especias asiáticas la convierten en la cuna del sabor mundial. Desde los sabores tradicionales ya nombrados hasta los más exóticos y que hoy se usan en las cocinas más famosas del globo como pueden ser el curry, el cilantro, el jengibre, el satay, la soja o el tikka masala.
África, sabores del sol
La cocina africana es tan variada como el continente, entre humos y sabores que recuerden a rituales y ancestros, los aromas del ras al hanout, el comino, la cúrcuma y la canela son inconfundibles en los platos del norte de áfrica.
Mientras en el resto del continente la nuez moscada, el pimentón, el cilantro y el seśamo son imperdonables de fogones, fogatas y chimeneas africanas.
América, de la Amazonía, los Andes y el Caribe
La especiería encontrada por casualidad resulto también serlo incluso al nivel de la original. En el nuevo mundo de las especias se encontraron unas cocinas totalmente distintas a las conocidas hasta el momento en el siglo XVI y una infinita cantidad de islas paradisíacas repletas de nuevos árboles y plantas.
Los conocimientos ancestrales de las antiguas civilizaciones precolombinas mantenían en sus gastronomías olores y sabores de la tierra marcados por el chile, el cilantro, el achiote o el ají. También la pimienta de Jamaica y la vainilla son muy típicas especias americanas.
Oceanía, aromas del Pacífico
En las Antípodas se encuentra la variedad en flora y fauna más impresionante del planeta. Por eso no extraña que las especias que allí crecen y se utilicen sean de lo más insólitas, así como sus recetas, que saben a cilantro, a canela de Ceylán, a pimienta de Tasmania, a mirto limón y a cúrcuma.
También allí se produce un azúcar moreno de caña muy utilizado para distintas elaboraciones incluso por delante del azúcar blanco refinado más común.