Lombarda por Navidad

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Cristina Ybarra
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lombarda

La lombarda, también conocida como col roja o repollo morado, se ha convertido en un ingrediente emblemático en muchas celebraciones navideñas, especialmente en la gastronomía de algunos países europeos. Su color vibrante y su sabor distintivo aportan un toque festivo a las mesas navideñas.

En muchas tradiciones, la lombarda se utiliza en ensaladas, guisos y acompañamientos. Por ejemplo, en la cocina española, es común encontrarla de guarnición, con pasas y piñones o en ensaladas que acompañan a los platos principales. En otros países, como Alemania, la lombarda se sirve a menudo como un acompañamiento dulce y agrio, cocinada con manzanas y especias.

Además de su sabor y su color atractivo, la lombarda es rica en nutrientes y antioxidantes, lo que la convierte en una opción saludable para las festividades, donde a menudo se consumen platos más pesados.

Se dice que esta col se ha convertido en el plato tradicional de las navidades en Madrid desde hace más de doscientos años, y era conocida como "el pavo de la huerta". Según las historias, su origen se encuentra en Francia, y la receta fue traída por Carlota de Baviera, duquesa de Orleans, quien la dejó como legado a la nobleza durante sus funerales.

Cómo prepararla

Primero, es útil aprender a manejarla antes de incorporarla en alguna de las recetas que se pueden elaborar con la lombarda.

La mejor lombarda es aquella que se presenta pesada, brillante y con hojas crujientes. Por el contrario, debes evitar las que tengan hojas abultadas o capas externas retiradas.

Para prepararla, quita las hojas exteriores, lávalas bien, luego córtalas en cuartos y retira el núcleo duro de cada trozo antes de picarla.

Para prevenir que se oxide, añade un poco de vinagre al agua en la que cocines la lombarda. También puedes usar jugo de limón, aunque esto dependerá de la receta que vayas a preparar.

Su mala fama se debe en gran parte a que a menudo se cocina en exceso, ya sea en escabeche o hervida, así que es importante encontrar un buen equilibrio. También se puede consumir cruda: asegúrate de lavarla muy bien y cortarla en tiras finas.

Así que, sin duda, la lombarda puede ser considerada una protagonista de la Navidad en muchas mesas, aportando no solo sabor y color, sino también un toque de tradición a las celebraciones.

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Cristina Ybarra