Cada 17 de enero, da igual si eres venezolano, español o austríaco, el mundo se une para rendir homenaje a la cocina italiana, una de las gastronomías más queridas e influyentes del planeta, reconocida incluso como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad desde 2010.
No se trata, empero, de una fecha casual; el Día mundial de la cocina italiana fue establecida en coincidencia con la festividad de San Antonio Abad, patrón de los animales y protector de agricultores, carniceros y charcuteros, una figura muy arraigada en la cultura rural italiana. Así, resulta homenaje no solo a su gastronomía, sino también a su agricultura y tradiciones, base de su cocina actual.
La historia detrás de una gastronomía universal
La cuna de la cocina italiana no puede ser otra que la antigua Roma, donde utilizaban ingredientes frescos y técnicas simples para resaltar el sabor natural de los alimentos. No obstante, con el tiempo, cada región desarrolló su propia identidad culinaria, reflejando las influencias locales, la geografía y la historia.
Pero, su impacto mundial llegó en la Edad Media y el Renacimiento, cuando Italia se convirtió en un centro de intercambio cultural y comercial. Así, productos como el tomate, maíz y cacao, traídos de América, encontraron un hogar en esta gastronomía y se integraron a recetas tradicionales. De ahí entonces que lo hoy conocemos como cocina italiana sea fruto de una mezcla intercontinental.
Tres recetas emblemáticas
Carpaccio
Originario del norte de Italia, es un plato que aunque sencillo y ligero destaca por su elegancia. La elaboración se logra a partir de finas láminas de carne o pescado crudo, maceradas con jugo de limón y aceite de oliva. El toque final lo pone el queso parmesano mezclado con alcaparras y, en ocasiones, mostaza en grano. De ahí que la frescura esté entre sus principales características.
Lasaña
Uno de los manjares clásicos italianos es la lasaña. La base no suele cambiar. Consta de capas de pasta, carne o verduras, bechamel y queso gratinado, sin embargo cada región italiana tiene su propia versión, destacando los sabores locales.
Risotto
También el norte nos regala otro plato típico. En esta ocasión su protagonista no es la pasta sino el arroz, eso sí el parmesano será siempre un imprescindible, acompañado de vino blanco y caldo. La versatilidad que ofrece la receta ha dado lugar a versiones que incluyen mariscos, espárragos, calabaza o boletus. Aunque no cualquiera sabe cocinar un risotto perfecto, precisa una cocción lenta y una atención al detalle para conseguir su textura.
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