
HIP 2025 es ese espacio donde la diversidad se integra, cocinando una comunidad unida por la restauración, la hostelería y, sobre todo, la gastronomía. Durante la tercera jornada, el evento ha acogido la ponencia “DE LATAM A ESPAÑA: la cocina que está marcando tendencia”, protagonizada por la venezolana María Vivas, chef del Gran Hotel Inglés; Antonio Montecinos, director general y experto en turismo gastronómico del Centro empresarial gastronómico hotelero, y, moderando, Iván Frutos, practicante de Coaching EMCC de Los prósperos consultora.
Gastronomía, sostenibilidad y cultura
Uno de los temas principales de la ponencia fue la sostenibilidad, centrada sobre todo a nivel cultural. La gastronomía es la principal cultural inmaterial que define a las comunidades y a ella se deben adaptar las personas, pero con una suerte: la gastronomía es moldeable para proteger la identidad de los pueblos.
Montecinos aludía a que la sociedad está inmersa en un momento de redefinición de los patrones de consumo hacia un modelo más sostenible con el planeta y las comunidades. Ponía al plátano como ejemplo y a la tendencia del kilómetro 0. Al respecto señalaba que a veces se debe renunciar a esta práctica para asegurar el consumo del producto.
La gastronomía como actor de integración y potenciador del talento
Detrás de la cocina iberoamericana hay mucha historia dentro de -y gracias a- su diversidad. Los sabores iberoamericanos atraen y se integran perfectamente en España. Ejemplo es la ruta de la arepa que se asienta en Madrid o el éxito del cebiche peruano en los restaurantes españoles.
Para seguir su papel como activo de la integración o “potenciar el stroytelling”, como se refería Frutos, la gastronomía debe mirar hacia camareros y maitres, según Montecinos. Decía que los comensales “debemos saber qué comemos”, por lo que la sociedad gastronómica debe trabajar por la “profesionalización de quienes van a vender el valor añadido del producto y de la labor de quien está detrás del plato” a través de la educación.
Gastrodiplomacia: la gastronomía nos une como comunidad
Vivas anunciaba que: “La cocina se reinventa , se redimensiona y se crea en base a ello”, en lo que Montecinos coincidía: “La cocina es activa y viva todo el tiempo”.
Ambos explicaban que la diversidad ayuda a potenciar la creatividad. Por ejemplo, la cocina del Gran Hotel Inglés está integrada por cocineros de todo el mundo y eso les permite innovar constantemente con ingredientes y técnicas de aquí y de allá.
La cocinera venezolana ponía de relieve que “debemos ser activos sin olvidar a todos los que están al otro lado del Atlántico”, pues los productos que llegan desde Iberoamérica producen historias y “gracias a ellos hay gente que puede comer y estudiar”. Ponía como ejemplo el proyecto The voice of coffee, que trabaja para visibilizar el café de Guatemala en Europa y el mundo.
Montecinos, por su parte, explicaba que es trabajo de quienes se dedican a la gastronomía generar responsabilidad en un consumidor que ha evolucionado y tiene un propósito cuando va a comer, más allá del simple placer de hacerlo.
La ponencia terminaba con una frase determinante:
“La gastronomía es amor y se diferencia porque el sazón es único de cada persona, es ese talento de transmitir amor a través de las manos y los alimentos. Es momento de unirnos a través del sazón, sin perder la comunidad y transmitirlo al sector turístico”.
Explicaba que el puente entre Latinoamérica y España está echado y cada vez es más fuerte gracias a la gastronomía, ya que España cuenta con una cultura gastronómica de muy alta calidad, que asume la de América Latina y la integra.
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