
En pleno apogeo de la temporada de la fresa, entre febrero y junio, hablamos de una fruta que siempre casa con el aprovechamiento, ya que madura muy rápidamente y es fácil que acaben en la basura en pocos días. Para evitar que esto no ocurra, te proponemos algunas recetas para consumir las fresas frescas que ya llevan un par de días en la nevera. Y si se te acaban pronto, pues otra caja, que hasta junio, tenemos tiempo de disfrutar de la reina de los frutos rojos.
Ensalada de fresas, rúcula y parmesano
Las fresas se prestan también a los platos salados y principales. Aprovechar las fresas, no implica cocinarlas, de hecho, aquí va una receta fresca que te alegra cualquier día soleado de primavera.
Rúcula al gusto
6 fresas
Nueces
Lascas de queso parmesano
Un cuarto de cebolla morada
Aceite de oliva virgen extra
2 cucharadas de vinagre de Módena
1 cucharadita de miel
Fresas asadas al oporto
Con esas fresas que ya parece que se van arrugando pero aun están perfectas para el consumo, podemos utilizar el recurso de cocinarlas de alguna forma, en este caso asarlas, para darle mayor importancia a su sabor que a su imagen.
10 fresas
20 gr. Aceite de oliva virgen extra
Dos cucharadas de miel
30 ml de vino de Oporto
Ralladura de naranja
10 ml de vinagre de Módena
Una pizca grande de sal
Pon todos los ingredientes en un recipiente para horno, atendiendo a preservar todos los jugos que van a soltar las fresas durante los 40 minutos a 180ºC que van a pasar cocinándose. Cuando las saques, acompáñalas de una buena cucharada de crema de nata o déjalas que coronen una tarta de queso casera.
Bombones de fresa y yogur
12 fresas
Dos cucharadas grandes de yogur griego
1 cucharada de miel
9 onzas de chocolate negro
9 onzas de chocolate blanco
Lava las fresas y córtalas en pequeños cubos. En un bol añade la fruta, el yogur y la miel. Haz pequeñas bolas y bien separadas en una bandeja de horno o un plato cubierto con papel vegetal, llévalas al congelador durante 3 horas.
Mientras, derrite el chocolate y pasado este tiempo, cuando las bolitas estén congeladas, sumerge unas cuantas en chocolate blanco y otras en chocolate negro. Sorprende a tus invitados con un pequeño dulce fresco que acompañe al café.