Puerto Rico reunió las extravagancias culinarias locales y extranjeras en una fiesta dedicada al paladar

Puerto Rico. Playa, sol y lo mejor de la cocina puertorriqueña fueron la oferta de Saborea Puerto Rico, Una Extravaganza Culinaria, que hizo honor a los gustos más exigentes, al presentar las tendencias culinarias que han evolucionado desde la llegada a la isla de los chefs europeos —franceses y españoles en mayor medida— en las décadas de los 50 y 60.

Estas cocinas, que influyeron de manera contundente para el desarrollo de la propia gastronomía caribeña, la cual, actualmente se consolidan con sabores auténticos de su tierra, según un reportaje del periódico El Universal.

“Aunque nuestra cocina tenga fusiones, siempre la base son los ingredientes tradicionales como las frutas tropicales o el pescado”, aseguró Julio Sánchez, del Coliseo de Puerto Rico “José M. Arelot”.

Esta combinación de sabores mundiales fue mostrada por chefs locales como Mario Pagán, del restaurante Chayote & Lemongrass; Ariel Rodríguez, de Augusto’s; Roberto Treviño, de Budatai; Efraín Cruz y Carmen González, por mencionar algunos, quienes intercambiaron conocimientos con Jacques Torres, de Mr. Chocolate de Nueva York; Cat Cora, de Food Network; Michael Psilakis, de Athos en Nueva York; el español Santiago Botas, y la mexicana Rosita Sánchez, chef de la Finca de Adobe, los cuales dieron muestra de su talla culinaria en el “Euro Demo Kitchen Theater Tasters”, donde se pudieron conocer en vivo los secretos de estos grandes al momento de cocinar.

Se dieron un total de 18 demostraciones con 36 expertos que armaron platillos especiales para ser degustados durante el evento. Al mismo tiempo, los asistentes pudieron conocer la apuesta de 50 restaurantes de la isla, los cuales se ubicaron en stands para saciar los paladares de los visitantes y dar a conocer sus propuestas.

“Hay gastronomía para gustos sencillos y también para complicados, tenemos restaurantes con una gran diversidad. Y la importancia de este evento, además de la gran difusión, es que acerca a la gente a nuestra comida, porque no todos podrían pagar lo que aquí se presenta”, aseguró Roberto Treviño, chef owner de Budatai.

Y no se equivoca, pues en este paraíso se encuentra de todo. Como los restaurantes de la zona de Piñones, en Isla Verde, favorita de la gente local gracias a su cocina típica, como el Soleil Beach Club con el chef Juan Carlos Madera, quien ofrece desde antojitos fritos hechos a base de queso, maíz, “bacalaito” y pescado dorado, pasando por el infaltable “mofongo” (una base de plátano verde machacado y frito, que se rellena con diferentes ingredientes) y los “pinchos” (brochetas) de pescado hasta las exóticas langostas de la playa de Vieques degustamos.

Por el otro lado, la alta cocina en ambientes refinados. Entre este rubro se ubica Augusto’s, del chef y manager coach del equipo culinario de Puerto Rico, Ariel Rodríguez.

Él inició en este lugar como valet parking, lavaplatos y mesero hasta convertirse en el chef owner de un icono de la alta cocina portorriqueña de corte francés, asegura que en Augusto’s si bien el comensal puede degustar sabores locales como salsa de chorizo con arroz, cilantro y bacalao fresco o cochinillo con mango, los platillos en general tienen tendencias más europeas como el que presentó en el marco de Saborea —en un mano a mano con el chef Aaron Wratten de Horned Dorset—: conserva de mango con foie gras (hígado de pato) sellado, y reducción de oporto.

“Mi restaurante lleva más de 20 años, es una pequeña institución que inició el chef austriaco Augusto Schreiner. Éste es un lugar de fine dining, y en la comida trabajamos un poco menos de ingredientes locales, pero con técnicas que se están imponiendo”, comentó.

Pero Puerto Rico no sólo ha sido importador de elementos gastronómicos, como lo mencionó la chef Cat Cora, el mundo se ha visto influenciado por ingredientes que ahí se utilizan al momento de cocinar, como el caso de las especies y el plátano.

“En el Caribe hay muchos productos que dan una gastronomía muy original y diferente a otros países, una cocina que realmente me encanta”.

La misma que encantó a todos los visitantes a esta feria culinaria, la cual demostró el arraigo por las sabores propios, que incluso cuenta con regiones completas dedicadas al sentido del gusto. Caso del sector Guavate, en Cayey, donde se realiza la conocida Ruta del Lechón, ya que en este lugar existen innumerables lechoneras que preparan platillos con cada una de las partes del animal. Aunque el favorito es el lechón asao a la vara, del que además de la carne, se come el “cuerito”, que en México se fríe y con el que se hace chicharrón de cerdo.

Sin olvidar el municipio de Salinas, llamado el “Pueblo del Mojo Isleño”, que es una salsa a base de tomate, aceite, ajo, hoja de laurel y cebolla, para sazonar y marinar diversos pescados y mariscos. Incluso, el mojo ha tenido festivales en su honor.

Con lo anterior, no cabe duda de la diversidad culinaria de la isla y de por qué Saborea Puerto Rico será un evento esperado por muchos en su tercera edición.