Mundo. Aunque todavía se desconoce cuál será el impacto sobre los alimentos de la actual epidemia de fiebre porcina que azota ya a más de una decena de naciones, los expertos han comenzado a alertar sobre sus primeros efectos negativos sobre la industria alimentaria, ya golpeada por la crisis económica internacional.
La propagación del virus repercutió en las Bolsas de Valores pero también en el cierre masivo de restaurantes, las prohibiciones de importaciones de alimentos desde países infestados y la baja del turismo.
En la Bolsa de Valores de Nueva York la más sensible fue la baja en el precio de la soja, que ayer cerró a u$s 363 en Chicago, u$s 5 por debajo del día anterior. De acuerdo con los especialistas, cayó por la previsión de una menor demanda por la gripe porcina.
Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) informó que moviliza a sus equipos de expertos para determinar si la nueva cepa del virus de la gripe llamada porcina, tiene conexión con cerdos.
Joseph Domenech, veterinario Jefe de la FAO, dijo que “no hay evidencia de una amenaza para la cadena alimentaria”.
Sin embargo, la incertidumbre con respecto a ese punto podría ocasionar bajas en el comercio de alimentos.
En esa línea, el gobierno ecuatoriano suspendió como medida preventiva la importación de animales, material genético y subproductos de origen porcino de los países afectados por la gripe porcina.
En un comunicado, sostuvo que en Ecuador “no se han presentado casos de influenza en ninguna especie animal económicamente productiva; por lo tanto, esta patología sigue siendo exótica”.
Entre los analistas del mercado, sin embargo, no hay una posición común.
Si bien algunos advierten que la gripe porcina puede afectar las exportaciones de países agroindustriales, como la Argentina, entienden por otro lado que hasta el momento el sector alimentario es uno de los que mejor respondió a los avatares de la crisis financiera internacional.
“La ventaja que tienen los alimentos es que responden a una demanda muy inelástica”, reflexionaron.
No obstante, la situación podría ser perjudicial también por la suspensión de actividades de los restaurantes o el descenso del turismo, así como para los intercambios comerciales entre países.
En Ciudad México, por ejemplo, se ordenaron ya cerrar todos los puestos de venta de comidas en el exterior, así como 35 000 restaurantes, medida que fue respaldada por la Organziación Mundial de la Salud.
Además, si bien hasta el momento Estados Unidos no ha hecho ninguna declaración oficial al respecto, en los próximos días podrían tomarse medidas con la importación de alimentos, específicamente cerdos desde México.
Aunque los expertos aseguran que la vía fundamental de contagio de la fiebre porcina es de persona a persona, muchos prefieren evitar correr riesgos y han dejado de comprar productos que provienen de países donde se ha detectado la enfermedad.
