Ante todo, quiero subrayar la importancia de que Fifty Best haya decidido dedicar uno de sus espacios a Iberoamérica. Se trata de un reconocimiento muy significativo para la región y para el trabajo que, desde hace años, vienen realizando sus instituciones gastronómicas.
Cuando se creó la Academia Iberoamericana de Gastronomía, hace ya 16 años, ningún restaurante iberoamericano figuraba en la lista mundial de Fifty Best. En la edición de 2025, sin embargo, dieciocho restaurantes de la región han logrado situarse entre los mejores del mundo. Este avance refleja un cambio profundo en la percepción global de nuestra gastronomía.
Del mismo modo, hace 16 años apenas existían Guías Michelin en los distintos países iberoamericanos. Hoy, en cambio, la presencia de Michelin se ha extendido por buena parte de la región, lo cual demuestra el creciente interés internacional por nuestras cocinas y nuestros profesionales.
Es necesario reconocer el esfuerzo constante de la Academia Iberoamericana de Gastronomía y, especialmente, de las Academias Nacionales de cada uno de los países iberoamericanos. Gracias a su trabajo, Iberoamérica ha logrado consolidarse como una de las grandes potencias gastronómicas del mundo, abarcando los cuatro eslabones fundamentales de la cadena alimentaria: la producción, la industria, la distribución y comercio, y la hostelería y restauración.
Las Academias de los 17 países pueden sentirse profundamente orgullosas de los logros alcanzados en estos 16 años de labor conjunta.
En cuanto a la versión de Fifty Best de este año, es evidente que aún hay margen de mejora. Quizá no se hayan tenido en cuenta suficientemente las opiniones de algunas Academias Nacionales, lo que podría haber perfeccionado la clasificación final.
El caso de Argentina es especialmente ilustrativo. La Academia, presidida por María Podestá, no comparte los restaurantes seleccionados por Fifty Best ni las posiciones que se les han otorgado. Aunque el país aparece con ocho restaurantes —encabezados por Don Julio, que ocupa el número 3—, la Academia argentina considera que la lista no refleja de manera fiel la realidad gastronómica del país.
En Brasil, con seis restaurantes presentes, destaca Tuju de São Paulo en el puesto número 8. Personalmente, debo mencionar mi aprecio por A Casa do Porco y otros establecimientos brasileños que representan la riqueza culinaria del país.
Perú cuenta con siete restaurantes en la lista. Lidera Kjolle, en Lima, que ocupa el número 4; también Mérito, igualmente en Lima, aparece en una posición destacada. La Mar, de Gastón Acurio, figura en el número 26, y Rafael en el 33. Y, por supuesto, no podemos olvidar a Central y Maido, ambos situados entre los mejores del mundo.
Otros países también están representados:
Venezuela, con el restaurante Cordero
Guatemala, como Diacá y Refectorio
Panamá, con tres como Caleta, Fonda Lo Que Hay y Umi.
Ecuador, con uno como Nuema.
Chile, con cuatro, entre ellos Boragó, que mantiene una presencia sobresaliente.
Quiero concluir destacando lo esencial: que Fifty Best haya decidido dedicar un espacio específico a Iberoamérica es, en sí mismo, un reconocimiento de la singularidad y de la importancia de la región como destino gastronómico mundial.
Estoy convencido de que el próximo año las calificaciones mejorarán notablemente. Por mi parte, procuraré que Fifty Best tenga en cuenta no solo las votaciones de sus jurados, sino también las valoraciones de las Academias Nacionales, cuyo conocimiento es indispensable para reflejar la verdadera dimensión de la gastronomía iberoamericana.
