Según los expertos las tres salsas más importantes, de las que después derivan otras, son: la salsa de tomate, la bechamel o salsa blanca, y la mayonesa. De estos preparados se obtienen la kétchup, la mornay y la salsa rosa, por mencionar algunas.
Aparte de estas salsas universales existen otras como la tártara, la española o la vinagreta, con variaciones típicas según la región. Se cuentan entre las salsas de trascendencia internacional la mostaza, en particular la de Gijón; en Francia, la de soya; la llajua boliviana; la harisa magrebí; el ají peruano; la verde y la roja, elaboradas a base de chile, ají y tomate.
Además, la salsa barbacoa anglosajona, el pebre chileno, el chimichurri argentino, la guasaca venezolana y la caruso uruguaya. Como acompañantes de carnes y pastas, de forma respectiva, son tradicionales en la cocina de muchas casas de comida en toda la extensión del mundo.
También existen salsas dulces, empleadas en los postres, entre estas la de chocolate o de caramelo, y la de vainilla. No todas las de este tipo son utilizadas en la repostería, como el kétchup, más usada para acompañar embutidos y carnes.
Aunque la salsa con el ingrediente dulce por antonomasia es el mole, de (Molli Nahuatl). Es una mezcla de los ingredientes de la colonia con los naturales de la mesoamérica prehispánica, y se califica como un verdadero regalo al mundo.