Potencia organoléptica, intensidad aromática, fidelidad a su marca y compromiso en su entrega son los atributos que presentan los calibres medios y los habanos de corto recorrido, que cada vez se imponen más en los gustos de los fumadores junto a los vintage.
Ya sea por lo efímero de la vida humana o por los requisitos que nos impone la dinámica de la sociedad, nos hemos convertido en tesoreros del tiempo. Siempre queda algo por hacer y cada vez más se acortan los momentos para hacer un alto y reflexionar. La presión que ejerce lo intenso de nuestro desempeño obliga a aprovechar de forma aguda cada momentos de relajación. Nada mejor entonces que apelar a un generador de dicha, a un antídoto natural del estrés: el habano.
Si bien en el vitolario de Habanos S.A. existe una pléyade de grandes joyas que permiten regodear nuestros sentidos de olfato y paladar por más de una hora; cada vez es más difícil contar con la generosa aprobación de Cronos para este menester.
Potencia organoléptica, intensidad aromática, fidelidad a su marca y compromiso en su entrega, son los atributos que presentan los calibres medios y los habanos de corto recorrido.
Su diseño permite la entrega inmediata de sus secretos, pues el desdoblamiento de las esencias acontece desde el mismo instante de su encendido.
Su estilo es directo y su delineación tan certera que recabará del fumador consumado de habanos toda la concentración para su disfrute total.
Incluir en Ediciones Limitadas 2011 vitolas recordadas solo por fumadores veteranos, es todo un regalo.
Descontinuada en los años 70 del pasado siglo llega Allones Extra, una corona extra cepo 44 - 17,46 mm x 143 mm de longitud. Se acompaña de una anilla con el diseño original de la marca. Destacan sus tonos intensos a madera y especias, con notas definidas de chocolate y alcanfor.
Otra Edición Limitada de ese año es el Short Pirámides de Hoyo de Monterrey, con vitola de galera Forum, cepo 46 - 18,26mm x 135 mm de largo. Sus notas florales intensas, sobro el equilibrio del tabaco negro, son sus detalles más singulares. Todo indica que poco a poco se van imponiendo nuevamente estas joyas que permiten un acercamiento desde otra perspectiva hacia el placer de fumar.
Los cepos medios fueron el disfrute de los fumadores en las década del 60 y 70 del siglo XX. La fuma de un habano con este formato implica un delicado respeto a la evaluación de cada aspiración y cada voluta lanzada al éter.
Al ser su evolución más acentuada, el reconocimiento de los perfiles olfato-gustativos por parte del fumador transcurrirá en un lapso menor, y los matices que lentamente se perfilan en habanos de largo recorrido se apiñarán unos tras otros con marcada intensidad.
El habano de corto recorrido constituye un pilar inteligente y necesario para refugio del fumador, es un codiciado detalle, es el oasis para saciar la ausencia del implacable tiempo.
Esta misma tendencia hacia habanos de cepo medio se viene experimentando hace ya algunos años en el mercado de los puros añejados provenientes de grandes distribuidores.
Por diferentes condiciones vinculadas a preferencias y ventas por una parte, y porque el tema del añejamiento solo era patrimonio de grandes conocedores y coleccionistas, estas vitolas durmieron en condiciones controladas durante un espacio de tiempo, para hoy deleitarnos en toda su complejidad.
El habano vintage es sutil como el amor e intenso y potente como la vida. Hay que detenerse en él, penetrar su interior y levitar en sus espirales. Es la máxima expresión de un terroir. Es estilo, elegancia y madurez. Es toda la potencia de la naturaleza en una joya exótica y efímera.
La combustión de un habano vintage es perfecta. Pero es necesario cuidarla, pues de acelerarla perderemos parte de la información que atesora. Es imprescindible el control sobre la bocanada, especialmente la bocanada corta, que permite la descripción de los perfiles olfativos y el acercamiento de las espirales de combustión a nuestro olfato para deleitarnos en los detalles de cada segmento.
Por qué no pensar entonces en el disfrute de un habano reposado por siete años como el Le Hoyo des Dieux, Hoyo de Monterrey, una Corona Grande, cepo 42 - 16,67 mm x 155 mm; o un impresionante Allones Specially Selected de 1999, un robusto con cepo 50 - 19,84 mm x 124 mm, el cual a trece años deslumbra por sus intensos tonos a madera y especias.
Hablar de ellos ya no es solo terreno de grandes coleccionistas. Estas maravillas son ahora públicas y presentan un valor intrínseco singular. Los largos perfiles a grano tostado, los intensos tonos florales, la maravilla de la madera seca y tostada, van conformando los estilos conocidos de las grandes marcas de habanos; superando incluso las descripciones dadas para ellas a partir de los habanos reposados.
