Singular importancia tiene la sobremesa en la restauración hoy en día, pues si se realiza con profesionalidad puede representar desde un 40 a un 60 por ciento de los egresos o cuenta de una mesa de cliente, ya que los productos ofertados en este momento son de alto valor en costos y precios de venta.
En este grupo no solo están definidos las bebidas espirituosas, vinos fortificados y los Habanos, de alto margen de rendimiento, sino que el servicio de sobremesa también permite enmendar cualquier problema de los servicios durante las comidas, ya sea alguna insatisfacción o demora.
Sin caer en una sobre comunicación, la sobremesa es además el momento ideal para aportar conocimientos a los clientes sobre historia y cultura, hablando de espirituosos y Habanos, productos que destacan a nivel mundial, información que siempre agradecen nuestros visitantes.
Todo esto irá acompañado con el ritual de encendido de los Habanos y el servicio de bebidas espirituosas, aconsejando maridajes acorde al menú sostenido en almuerzos o cenas, dando un toque de distinción y particularidad al restaurante en cuestión.
No obstante, para disfrutar al unísono Habano, café y espirituoso de forma placentera, se necesita de los servicios de un profesional especialista en la sobremesa o sea de un Habanosommelier.
Para ostentar esa categoría, es preciso ser graduado de un curso de sommelier, tener vastos conocimientos de cantina, cocina, pero ante todo ser un gourmet depurado, y por ende dominar el mundo de los habanos y de las bebidas.
Sin embargo, el éxito de un buen Habanosommelier está en la búsqueda permanente del conocimiento, la dedicación y pasión por la superación profesional, y el amor por la historia y cultura.
Don Fernando Ortiz, antropólogo, historiador y ensayista cubano, afirmaba que “Ron, Tabaco y Café, son los tres diamantes de la Isla (Cuba), símbolos incluso de identidad, que se han expandido por los mejores salones del Mundo, aclamados por sibaritas y consumidores de linaje”
Lo anterior explica el por qué Cuba es no solo la cuna de los mejores tabacos Premium del mundo, sino también uno de los países que más pasión y dedicación ha puesto en la formación de profesionales de los servicios con la categoría de Habanosommelier, que tanto prestigia al mundo de la sommelería y que ayudan a difundir los conocimientos sobre Habanos, único producto cubano que tiene Denominación de Origen Protegida.
Un buen Habanosommelier debe estar atentos al tipo de almuerzo o cena consumido, antes de pasar a la sobremesa y elegir el cigarro correcto.
La complejidad de una comida determinará en buena medida la propuesta de maridaje de un habano, que hará las delicias de la sobremesa, pero también ayudará a borrar la sensación de post gusto de los alimentos ingeridos.
No obstante, hay otros elementos a tener en cuenta, como la cantidad de tiempo que disponen los clientes, si son asiduos fumadores de Habanos y tienen preferencia por alguna vitola en particular, si son principiantes en este mundo, así como las posibilidades económicas de los comensales, las cuales pueden determinar hacia que gama de vitolas dirigir las opciones de maridajes de Habanos y Espirituosos.
Muchas veces se olvida que, en el caso de los restaurantes, cuando estos van a conformar su carta de Habanos, se debe pensar en la clasificación del lugar, el tipo de cocina (ofertas de comidas), el servicio brindado e incluso en el ambiente y decoración, para evitar que las propuestas no tengan nada que ver con lo ofertado en la mesa o incluso el sitio no tenga las condiciones requeridas para degustar un tabaco.
Un restaurante también debe prestar atención a la preparación y capacitación del personal que brinda este servicio, pues quienes proponen un habano al cliente deben estar actualizados en cuanto a su maridaje con espirituosos e infusiones, así como poseer un carro para bebidas, una carta de Habanos, Espirituosos e Infusiones y herramientas y soportes para ofrecer el servicio (corta puros, cedrillos, fosforeras, velas, otros).
El servicio también se puede ofertar desde el propio bar, mesa auxiliar o aparador, pero siempre a la vista del cliente, para que este pueda apreciar toda la ceremonia.
No se debe descuidar el hecho de que un café apropiado sirve de puente entre el Habano y el Espirituoso, aumentando la percepción olfato-gustativa para el fumador; y que, si el cliente lo desea, puede repetir un segundo café en el tercer tercio del Habano.
Aunque algunos clientes prefieren llevar ellos mismos sus Habanos e incluso proceder a su encendido, pocas cosas prestigian tanto a un lugar como el hecho de que, concluido el almuerzo o cena, el personal de servicio sorprenda a los clientes ofreciéndoles un Habano y la seguridad de una sobremesa inolvidable.
Por ello, contar con un Habanosommelier será siempre un signo de que estamos en un restaurante que, más allá de su categoría, privilegia la sobremesa y por ende la satisfacción completa del cliente.
COMPETENCIA INTERNACIONAL HABANOSOMMELIER
La competencia Habanosommelier, que desde el año 2002 organiza Habanos S.A. dentro del prestigioso Festival del Habano, es el momento cumbre para que los expertos en la materia demuestren sus conocimientos sobre las propiedades de los Habanos, sus formatos, vitolas, fortalezas y características de sabor, así como sus posibilidades de combinación y maridaje con las bebidas y alimentos que un cliente fumador pueda desear.
Este certamen, cuyas preliminares organizan en los cinco continentes los Distribuidores Exclusivos de Habanos, consta de dos fases, una primera teórica y escrita que selecciona a los mejores candidatos; y una segunda fase práctica, en la que el finalista expone a un jurado su conocimiento y recomendaciones de Habanos y sus maridajes con espirituosos, así como las habilidades en el servicio del puro.
Esta misma secuencia se sigue en el Concurso Internacional, donde Cuba, tierra del Habano, ha sido hasta el momento la máxima ganadora, con tres primeros lugares.