Aunque no existen cifras precisas de lo que supone el desperdicio alimentario sí hay datos que indican que se trata de un problema que afecta a toda la cadena de valor en España.
Este aspecto ha sido uno de los abordados en la mesa redonda en la que han participado Fernando Burgaz, director general de Industria Alimentaria del MAGRAMA; Ana Antequera, directora de comunicación de Ebro Foods; Carmen Picot, directora de comunicación de Consum; Antonio Uceda, director comercial de Stef y José Antonio Busto, presidente de la FESBAL.
En este sentido, tanto empresas como entidades han coincidido en destacar la importancia de llevar a cabo una estrategia de 360 ° que involucre a todos los departamentos y niveles de la empresa. Asimismo, englobar las acciones en una estrategia global de sostenibilidad es necesario para colaborar en toda la cadena de valor.
Otra de las prácticas más eficientes y que además actúa también en beneficio del medioambiente es la revalorización energética. Endesa, una de las principales compañías de energía mundiales, ha puesto en marcha su proyecto Ecoendesa.
En un mundo en el que 1.4 billones de personas no tienen acceso a electricidad, la compañía pone en marcha este proyecto que apuesta por responsabilidad social empresarial y que beneficia directa y económicamente a los participantes.
Por su parte, Matarromera que también ha participado en la jornada ha destacado la importancia de reducir el impacto medioambiental con una estrategia global, que en su caso se pone en marcha mediante el reaprovechamiento del excedente de uva que tienen al producir el vino.
La empresa ha puesto en marcha un proyecto que optimiza el excedente reutilizándolo como componentes para una línea cosmética.
Son muchas las iniciativas que se han puesto en marcha, sin embargo, con la exigencia de la Comisión Europea de reducir el desperdicio alimentario en un 50% para el año 2025, es necesario crear un marco legal adecuado a la situación.
En este sentido, más de la mitad de las empresas de gran consumo (54%) han afirmado, mediante un sistema interactivo de votación en sala, que la vía para frenar el desperdicio es impulsar prácticas de eficiencia a lo largo de toda la cadena.
El europarlamentario Andrés Perelló ha destacado en este sentido la necesidad de abordar medidas concretas en este ámbito como la información y el envasado, medidas preventivas, gestión de excedentes y restos, medidas sobre la cadena de valor, medidas medioambientales y medidas de emplazamiento para sobrantes.
El I Punto de Encuentro AECOC Contra el Desperdicio Alimentario ha sido una jornada de reflexión y aprendizaje sobre esta problemática que afecta a todos los niveles de la cadena de valor.