Maridar los conocimientos teóricos con una correcta práctica para lograr la excelencia en la combinación de puros, alimentos y bebidas, se dice fácil, pero demanda estudio, dedicación y talento. Por ello, escoger al mejor habano sommelier de Cuba del año 2015 fue una tarea que requirió la pericia y sapiencia de un muy selecto jurado.
La cuestión es que muy pocos pueden parase delante de renombrados expertos y demostrar conocimientos casi enciclopédicos y nervios de acero. De ahí el prestigio y la importancia del Concurso Nacional Habanos Sommeliers, celebrado este fin de semana en el Hotel Quinta Avenida de La Habana, de donde salió el campeón que representará a Cuba en el XVII Festival del Habano, previsto para el mes de febrero.
De los cinco finalistas en competencia, después del primer corte a raíz del examen teórico, fue Andrés Piñón Rivas, del Hotel Palacio del Márquez de San Felipe y Santiago de Bejucal, el ganador.
Marcelino Ben Mustelier, director de mercado interno de Habanos S.A, afirmó que “el evento creció mucho en calidad con respecto a ediciones anteriores”. También ponderó la existencia de los seis clubes cubanos de Habanosommelier.
“Es una competencia, señaló, que ya lleva varios años y siempre es bien acogida por más de mil personas de unos 80 países que acuden al Festival del Habano”. Esta final nacional tuvo como últimos competidores al propio Piñón Rivas; a Jesús E. Chacón, del hotel Playa Pesquero; a Marilín Mostaza, del hotel Iberostar Varadero; a Rainer Chapelín, del Iberostar Varadero; y Mabel Durán, de la Sociedad Asturiana Castropol.
Fue un evento muy reñido, marcado por dos duras y exigentes etapas que tuvieron en vilo a los aspirantes. La parte inicial de la justa consistió en una prueba teórica, dividida en un examen escrito sobre Habanos y otro sobre bebidas (evaluados en 15 puntos cada uno). La suma de ambos acumulados dio la nota definitiva, para establecer a los 5 que pasaban a la etapa definitoria: el examen práctico.
En este, el momento más exigente y tenso del concurso, se describió un escenario donde cada sommelier tuvo dos comensales sentados a una mesa. El jurado estuvo integrado por Marcelino Ben Mustelier; el distinguido profesor y Habano Sommelier, Fernando Fernández; y Juan José López Freire, importante asesor de Habanos S.A. Además estuvo presente Jorge Luis Fernández Maique, vicepresidente comercial de la corporación Habanos S.A.
En la escena, elaborada específicamente para cada competidor, se facilitó una información primaria (todo lo que comieron y tomaron los clientes), para que después cada sommelier investigara con el objetivo de ofrecer un servicio de Habanos y de bebidas que maridara con la cena, y que además se asemejara a los gustos de los comensales.