Del mismo modo en que los vinos pasaron de ser blancos o tintos para diversificarse en un universo de varietales-y al igual que el café, que dejó de ser una infusión veloz para abrirle paso al mundo del café de especialidad- la cerveza va dejando de ser esa bebida relacionada con la pizza y la picada, para empezar a maridar con otros platos, lugares y situaciones.
Una rubia que combina a la perfección con una burrata, tomates y una emulsión de oliva; una roja o amber que marida a la perfección con los sabores agridulces de una bondiola braseada con puré de kabutia; y una negra o stout que ayuda a que un postre de chocolate y frutos rojos no empalague. Este tipo de combinaciones y el hecho de que hoy se celebre el Día Internacional de la Cerveza, terminan por confirmar lo que en algún momento iba a pasar: la cerveza ya pertenece al mundo gourmet.
"Hace unos años la apuesta de las cerveceras era bajar la edad de consumo, que esté más ligada a lo social, a la diversión y al compartir con amigos; pero desde hace algún tiempo se la empezó a asociar con la experiencia de acentuar y acompañar los sabores, además de usarla como ingrediente en la cocina, en reemplazo del agua, para reducciones y salsas", explica la cocinera Natalie Neuberger, responsable de que ese maridaje entre la burrata, la bondiola y el postre de chocolate con sus respectivas cervezas haya sido tan ilustrativo, aún para paladares no especializados.
La bebida alcohólica más consumida
Con una historia de más de 4 mil años, la cerveza es la bebida alcohólica más consumida en el mundo, y la tercera más tomada por detrás del agua y el té. Semejantes estadísticas llevaron a un grupo de personas de la localidad de Santa Cruz, en California, a establecer en 2007 que cada primer viernes de agosto sería el día de la cerveza, una celebración que año tras año fue adquiriendo carácter internacional: hoy hay personas que en esa fecha alzan sus pintas y chocan sus chopps en 50 países y en 207 ciudades.
Como sucede en toda celebración, el marketing no sólo cumple un rol fundamental a la hora de difundir el evento, sino también para divulgar las propiedades beneficiosas de tomar cerveza, y algunos datos curiosos. "La cerveza debe tener algo de espuma en su superficie, alrededor de 1/3 del total servido en el vaso", explica Sebastián Bossi, sommelier de cervezas y profesor de la Universidad de Palermo en la cátedra Bebidas del Mundo. "La espuma cumple una función protectora, porque la pone a salvo del oxígeno y evita que se liberen los aromas y el gas", completa. Según un estudio elaborado por Cerveceros Argentinos, la Argentina ocupa el puesto 72 en el ranking mundial de consumo per cápita(con 43 litros anuales), que está encabezado por la República Checa (147 litros), Alemania (111) y Austria (109).
Derribando mitos
Las ciencias médicas también tienen su opinión.
Según parece, la panza cervecera es un mito, mientras que sus propiedades antibacterianas, antioxidantes e hidratantes hacen que maride muy bien con la vida de todos los días.
"La cerveza no contiene grasas, tiene menos calorías que las gaseosas comunes, y por ello no altera la masa ni el peso corporal", explica la licenciada en nutrición Cristina Maceira.
"Al mismo tiempo, y siempre hablando de dosis moderadas (una lata o porrón de 330ml en mujeres, y el doble en hombres), la cerveza contiene micronutrientes, vitaminas del grupo B que provienen de la levadura, es alta en fibras, tiene propiedades antibacterianas (gracias al lúpulo) y ayuda a reducir el estrés".
En Cerveceros Argentinos (la cámara que agrupa a las cervecerías industriales) reconocen el buen trabajo hecho por las cervecerías artesanales en cuanto a variedades y sabores, e intentan ponerse a tiro con nuevas variedades, como la IPA (Indian Pale Ale), la Porter, la Stout, la Amber y la clásica lager. Las hay livianas, con más cuerpo, más amargas o más frutadas y, desde ahora, también para acompañar todo tipo de platos.